Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Actividad Física y del Día Mundial de la Salud, la Fundación Española del Corazón (FEC) quiere recordar que dos de los principales factores de riesgo, la hipertensión y el sedentarismo, son en cierta medida evitables con acciones como reducir el consumo de sal y realizar al menos 30 minutos de actividad física al día.
“La enfermedad cardiovascular es la primera causa de defunción en el mundo y la hipertensión, su principal factor de riesgo, seguida por el tabaquismo, la hiperglucemia y el sedentarismo. Según datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un tercio de la población mundial la padece y más de nueve millones de personas acabarán muriendo por sus efectos directos, lo que supone el 13% del total de defunciones”, avisa el Dr. Enrique Galve, presidente de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
En nuestro país, son 11 millones de personas (el 40%) las que padecen esta enfermedad, de las que un tercio no saben que están enfermas y otro tercio, aunque están tratadas, están mal controladas.
Debido a los efectos perjudiciales de esta patología y al incremento de la prevalencia en los últimos años, la OMS ha decidido dedicar la conmemoración del Día Mundial de la Salud de este domingo 7 de abril a la hipertensión, con el objetivo de reducir el número de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
La práctica de actividad física y la reducción del consumo de sal, principales remedios contra la hipertensión
Este sábado también se conmemora el Día Mundial de la Actividad Física, cuyo objetivo es que todo el mundo realice al menos 30 minutos de actividad física al día, ya sea practicando algún deporte o cambiando nuestra rutina diaria, como ir andando al trabajo, usar las escaleras en lugar del ascensor,…
La OMS también se ha mostrado preocupada tras conocer el alto índice de sedentarismo que existe en la población, ya que ya es considerado como el cuarto factor de riesgo de las enfermedades no transmisibles y al que se le atribuyen el 6% de las muertes mundiales.
“Precisamente, la práctica de actividad física es una de las medidas de prevención para luchar contra la hipertensión y las enfermedades del corazón”, destaca el Dr. Galve. Existen diversos estudios, como el publicado por el American Journal of Public Health y realizado por el Departamento de Epidemiología de la Universidad de Minnesota en Minneapolis, que tras analizar la actividad física y la presión arterial de casi 4.000 adultos de entre 18 y 30 años, demostró que los participantes que realizaron ejercicio en un promedio de cinco veces a la semana y gastaron 300 calorías por cada sesión de ejercicio, disminuyeron en un 17% el riesgo de sufrir hipertensión arterial en comparación con los que se mantuvieron menos activos.
Este estudio también demostró que menos cantidad de actividad física seguía siendo beneficiosa, ya que aquellos que fueron aumentando su actividad física desde el comienzo del estudio disminuyeron el riesgo en un 11% por cada 1.500 calorías gastadas durante el ejercicio semanal.
“Otro aspecto también muy relevante para controlar las cifras de presión arterial es la reducción de la ingesta de sal. La OMS recomienda un consumo máximo de 5 gramos de sal al día, mientras que en España consumimos casi 10 gramos de promedio”, alerta el Dr. Galve.
Se calcula que 2,3 millones de personas fallecen cada año por complicaciones relacionadas con la sal y que en España podrían evitarse hasta 20.000 ictus y 30.000 afectaciones cardiacas cada año, según el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad.
“Poco a poco los países se están dando cuenta de este problema y están incorporando campañas de reducción en el consumo de sal, como la que está llevando a cabo desde 2010 la AESAN en nuestro país. Aun así, el problema principal radica en la cantidad de sal que ya contienen los productos envasados, cerca del 80% de la ingesta diaria”, se lamenta el Dr. Galve.
“De todas formas, los ciudadanos sí que podemos aplicar medidas como cocinar sin sal, retirar el salero de la mesa o comprar los productos que sean bajos en sal. Reducir el consumo de alcohol, evitar el tabaco y seguir una dieta saludable son otras medidas que nos ayudarán a prevenir las enfermedades del corazón”, recomienda el doctor.
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