Tenía una salud de hierro hasta que las primeras molestias empeoraron y acudí al médico. Tras un cateterismo, los médicos me diagnosticaron una miocardiopatía dilatada. Pedí una segunda opinión, que corroboró lo anterior y dictaminó que sólo un trasplante de corazón me ayudaría. El impacto de la noticia fue brutal y no logré hacerme a la idea hasta que pasó el tiempo. Lo dije en mi casa y recibí el apoyo de mi marido y mis hijos.
Tenía una salud de hierro hasta que las primeras molestias empeoraron y acudí al médico. Tras un cateterismo, los médicos me diagnosticaron una miocardiopatía dilatada. Pedí una segunda opinión, que corroboró lo anterior y dictaminó que sólo un trasplante de corazón me ayudaría. El impacto de la noticia fue brutal y no logré hacerme a la idea hasta que pasó el tiempo. Lo dije en mi casa y recibí el apoyo de mi marido y mis hijos.
Ingresé en la clínica a mediados de junio de 1993, preparada para recibir una llamada que anunciara un corazón disponible. Mi hija me acompañó durante esos días. Mi marido y mis otros hijos me visitaban los fines de semana. Cuando regresaban a casa, no podía evitar preguntarme si volvería a verlos.
A principios de agosto, apareció el corazón que tanto esperaba. La operación se desarrolló sin problemas, pero, al poco de recibir el alta, me diagnosticaron un rechazo leve y tuve que volver a ingresar. Durante el tratamiento sentí un miedo espantoso, pero mis creencias religiosas y las charlas con el psiquiatra me ayudaron a superarlo. Por fortuna, mi organismo se adaptó bien al nuevo corazón. Lo peor había pasado.
El apoyo del entorno es muy importante, aunque de nada vale si el paciente no intenta, desde el principio, asimilar la operación de manera positiva. Soy consciente de que tengo una deuda por el corazón que recibí gracias al consentimiento de una familia que había perdido a un ser querido. Siempre recuerdo este maravilloso gesto. No suelo decir que soy trasplantada de corazón, salvo que el comentario surja con naturalidad y anime a los demás a hacerse donantes.