La presencia de cifras elevadas de colesterol en sangre, favorece el desarrollo de enfermedades cardiovasculares: infarto de miocardio, angina de pecho, infarto cerebral o ictus y enfermedad vascular periférica.
La presencia de cifras elevadas de colesterol en sangre, favorece el desarrollo de enfermedades cardiovasculares: infarto de miocardio, angina de pecho, infarto cerebral o ictus y enfermedad vascular periférica.
Junto al estilo de vida saludable, dieta mediterránea y el ejercicio físico regular, en muchas ocasiones, tanto en paciente sin eventos previos (prevención primaria), como en aquellos que ya han tenido algún evento cardiovascular, es obligatorio la toma de fármacos que permiten reducir las cifras de colesterol malo (LDLc), siendo las estatinas, la familia más utilizada, por la evidencia científica y los años de experiencia de uso.
¿Cómo actúan las estatinas?
Estos fármacos no tienen una acción curativa y solo en una minoría de los pacientes ocurre una regresión de la aterosclerosis, sin embargo, producen una estabilización de la placa de ateroma, reversión de la disfunción endotelial y disminuyen la trombogénesis.
Actúan disminuyendo la fracción perjudicial del colesterol LDL y evitan que este se acumule en las arterias del cuerpo (incluidas las coronarias). Al mismo tiempo actúan sobre otros niveles del metabolismo de los lípidos como son la reducción de los triglicéridos y el aumento discreto de la fracción buena del colesterol (HDL). De esta forma, disminuye la progresión de estenosis (obstrucciones) en las arterias coronarias o cerebrales, que es la primera causa de muerte en el mundo desarrollado.
Puede usarse sola o en combinación con estatina. Existen estudios recientes sobre el beneficio a nivel cardiovascular del uso combinado con estatina (simvastatina) junto a ezetimibe en la reducción de eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad coronaria previa.
Existen diferentes moléculas de la misma familia, como atorvastatina, simvastatina, rosuvastatina, fluvastatina, pravastatina, pitavastatina, con diferentes dosis y potencia para la reducción del LDLc. Su médico le aconsejará sobre la molécula y dosis más adecuada en cada caso.
¿En qué casos están indicadas?
En pacientes con riesgo cardiovascular que no alcanzan objetivos marcados de cifras de colesterol LDL con los cambios de estilo de vida y dieta cardiosaludable, en aquellos que ya han tenido algún tipo de patología cardiovascular y en los considerados sanos pero con cifras elevadas de LDLc
¿Efectos secundarios del tratamiento?
Las estatinas son el fármaco hipolipemiantes más usados y, por tanto, con presencia de efectos secundarios de manera más frecuente.
Los dos efectos secundarios más frecuentes de las estatinas son las alteraciones hepáticas y la presencia de dolor muscular o mialgias.
La alteración hepática es poco frecuente, apareciendo entre el 0.5-2% de todos los pacientes, reversibles en la inmensa mayoría de los casos y fácilmente detectables con análisis de sangre. Ocasionalmente las alteraciones obligan a suspender el tratamiento.
La presencia de síntomas musculares durante el tratamiento ocurre aproximadamente entre el 5 y el 20 % de los pacientes tratados con estatinas. Se recomienda determinar la actividad de la creatina cinasa (creatine kinase, CK) en pacientes con síntomas musculares. Si los valores se encuentran dentro el intervalo normal, puede plantearse la posibilidad de interrumpir el tratamiento con estatinas para valorar si los síntomas musculares están realmente asociados al tratamiento, dado que muchas veces se puede confundir los síntomas con los de otro origen, por ejemplo, a nivel articular, artrosis… Si la actividad de la CK es más de cinco veces el límite superior de la normalidad, deberá interrumpirse el uso de la estatina. Si la actividad de la CK se normaliza y se resuelven los síntomas después de retirar la estatina, en casos leves, puede realizarse un segundo intento con la misma estatina con una dosis más baja o con una estatina diferente. Normalmente, una vez normalizada la enfermedad del paciente, se reanuda el tratamiento con clases diferentes de fármacos hipolipemiante o con una politerapia que incluye una estatina con una dosis baja.
En los casos en que está indicado, el tratamiento con estatinas, solo o en combinación con otros fármacos, presenta beneficios mucho mayores que los riesgos. Pero las estatinas deben utilizarse solo con indicación del médico, que es quien conoce cuándo hay que usarlas y qué se debe utilizar en cada caso.