Es un procedimiento seguro (con baja incidencia de complicaciones mayores), que se realiza para corregir una alteración en el ritmo cardiaco.
Es un procedimiento seguro (con baja incidencia de complicaciones mayores), que se realiza para corregir una alteración en el ritmo cardiaco.
¿En qué consiste la ablación por radiofrecuencia?
Usualmente el procedimiento se realiza bajo sedación consciente (con el fin de disminuir la ansiedad), monitorizándose las constantes vitales durante el mismo (frecuencia cardiaca, presión arterial). Se realiza una punción sobre la vena femoral (ingle), para la introducción de los catéteres en las cavidades cardiacas.
El procedimiento dura varias horas. La primera parte consiste en realizar un estudio electrofisiológico (estudio de la arritmia), realizándose una estimulación eléctrica programada de la aurícula y el ventrículo que induce la arritmia (se establece el mecanismo que la produce). Inmediatamente después se realiza la ablación utilizando técnicas de mapeo (detección) del lugar óptimo para realizarla. La ablación puede realizarse con catéter de radiofrecuencia o con catéter de frío, denominado crioablación. En general, el tratamiento con radiofrecuencia tiene menor tasa de recurrencia pero el efecto es generalmente irreversible, lo cual puede ser de utilidad para taquicardias localizadas cerca del sistema normal de conducción. En función de las características de la arritmia, el arritmólogo escoge una de estas fuentes.
Una vez finalizada la ablación se comprueba la no inducibilidad (producción) de la arritmia y termina el procedimiento.
El paciente debe permanecer en reposo en cama durante mínimo 4 horas, tras lo cual, en ausencia de complicaciones, se procede al alta hospitalaria.
¿En qué casos está indicada?
La ablación por catéter ha revolucionado el manejo de los pacientes con taquiarritmias, habiendo evolucionado desde la cirugía de arritmias. Inicialmente se realizaba utilizando una corriente continua de alto voltaje (CC); sin embargo, sobre la década de los ochenta, la radiofrecuencia sustituyó la CC (debido a la alta incidencia de complicaciones) como la fuente de energía de elección e hizo de la ablación por catéter el método de tratamiento de elección para el manejo de muchas taquicardias.
Se considera como terapia de primera línea para algunas arritmias (síndrome de Wolf-Parkinson-White) y como una técnica importante para el manejo de otras arritmias refractarias al tratamiento médico o que el mismo se encuentre contraindicado (taquicardia auricular, fibrilación o flutter auricular, taquicardia supraventricular por reentrada nodal, taquicardia ventricular idiopática).