El oxigenador de membrana extracorpórea (ECMO) es un sistema de asistencia mecánica que proporciona soporte circulatorio y/o respiratorio durante un corto período de tiempo - días o semanas- en pacientes con insuficiencia cardiaca o respiratoria de rápida instauración y refractarias al tratamiento convencional.
El oxigenador de membrana extracorpórea (ECMO) es un sistema de asistencia mecánica que proporciona soporte circulatorio y/o respiratorio durante un corto período de tiempo - días o semanas- en pacientes con insuficiencia cardiaca o respiratoria de rápida instauración y refractarias al tratamiento convencional.
Qué es el ECMO
Se trata pues de una asistencia biventricular circulatoria y respiratoria de corta duración. En función de la evolución del paciente puede emplearse como puente a la recuperación, como puente al trasplante cardiaco o como puente a la inserción de un dispositivo de asistencia ventricular a largo plazo. En la práctica diaria, la evolución clínica individual es con frecuencia difícil de predecir con exactitud, y con frecuencia se emplea el ECMO como puente a decisión definitiva.
Cómo funciona
El ECMO es una asistencia muy útil en el shock cardiogénico debido a la rapidez y facilidad de su implantación. Consta fundamentalmente de 5 componentes: cánula venosa, bomba centrífuga, oxigenador, cánula arterial y consola.
Mediante vía percutánea (a través de la piel) o con cirugía mínimamente invasiva bajo anestesia local, se procede a la punción por una parte de la vena femoral y por otro lado de la arteria femoral, ambas situadas a nivel de la ingle. A través de la cánula venosa se obtiene sangre no oxigenada, que pasa al oxigenador donde se repone de oxígeno, y posteriormente es enviada por medio de la bomba centrífuga hacia la cánula arterial, permitiendo que llegue sangre oxigenada a los órganos vitales del organismo debido a la fuerza de empuje (ver figura).
La cantidad de sangre que circula por el circuito del ECMO se puede regular ajustando diferentes parámetros en la consola.
Riesgos y complicaciones
Aunque el ECMO es una asistencia muy eficaz, su durabilidad es limitada por el rápido deterioro del sistema y su uso no está exento de complicaciones. Algunas de las más frecuentes son:
- Hemorragia y trombosis: para un correcto funcionamiento del ECMO es necesario un alto nivel de anticoagulación que minimice las trombosis que tienden a ocurrir de forma natural en los tubos artificiales que componen el dispositivo. Por lo tanto, para disminuir el riesgo trombótico se acepta añadir un cierto riesgo hemorrágico.
- Infecciones: al tratarse de una canulación artificial se rompen las barreras naturales de defensa del organismo, facilitándose la colonización del material de la asistencia por microorganismos.
- Isquemia de las extremidades: la canulación de las piernas puede lesionar otros vasos sanguíneos y a su vez puede dificultar el aporte de sangre a las zonas más distales de los miembros inferiores.