Representa aproximadamente el 5% de las malformaciones cardiacas congénitas. Es una afección poco común, pues su prevalencia se estima en 2 de cada 10.000 recién nacidos vivos y es más frecuente en varones.
Representa aproximadamente el 5% de las malformaciones cardiacas congénitas. Es una afección poco común, pues su prevalencia se estima en 2 de cada 10.000 recién nacidos vivos y es más frecuente en varones.
Descripción
Es un estrechamiento de la arteria aorta que causa una obstrucción de su flujo. La arteria aorta es la arteria que sale del corazón (ventrículo izquierdo) y que transporta la sangre oxigenada hacia el resto del organismo. Se divide en aorta torácica (con las porciones ascendente, cayado y descendente) y aorta abdominal. Normalmente la coartación se localiza en la aorta torácica descendente, distal al origen de la arteria subclavia izquierda (que es la que lleva la sangre al brazo izquierdo).
En ocasiones la coartación se asocia con otras malformaciones cardiacas (sobre todo comunicación interventricular y válvula aórtica bicúspide).
Síntomas
Su presentación clínica depende de la severidad de la lesión y de la asociación con otras malformaciones intracardiacas.
Cuando es leve no suele producir síntomas, pudiendo ser un hallazgo casual en una exploración realizada con otro motivo, sobre todo en pacientes jóvenes con hipertensión severa y no explicada. En estos casos es característico el hallazgo de diferencias en la presión arterial y la intensidad de los pulsos entre la zona proximal al ductus (brazos) y la distal (piernas).
Cuando la obstrucción es severa, puede ocasionar un cuadro de insuficiencia cardiaca que se desencadena las primeras semanas de la vida (tras el cierre del ductus arterioso).
No es raro que pase desapercibida hasta la edad adulta o que con el tiempo se produzcan nuevas recoartaciones. Una vez pasada la adolescencia la coartación se manifieste a menudo como hipertensión arterial temprana o se asocia a la aparición de infarto de miocardio, por lo que es fundamental un control periódico de control arterial y un estilo de vida saludable en los pacientes afectados de dicha patología.
Diagnóstico
Aunque la coartación aórtica se suele asociar a alteraciones en el electrocardiograma y la radiografía de tórax, es la ecocardiografía la que identifica la obstrucción y permite evaluar su severidad.
En ocasiones en que la aorta torácica descendente no se visualiza bien por ecocardiografía, la resonancia magnética nuclear y el TAC permiten su diagnóstico.
Tratamiento
En caso de presentarse como un cuadro de insuficiencia cardiaca en las primeras semanas de vida, es importante estabilizar primero al niño con medicación para tratar la insuficiencia cardiaca y para reabrir el ductus arterioso.
Para resolver la coartación, es necesario realizar cirugía (de elección) o procedimientos de cardiología intervencionista (cateterismo y dilatación con balón).
En la edad adulta, si la antomía es factible, el procedimiento de elección sobre la coartación nativa o la recoartación es el intervencionismo percutáneo mediante implante de stent ("muelle") a nivel de la zona estrecha. En caso de no poder realizarse técnicamente, se suele proceder a cirugía.
Pronóstico
La coartación aórtica simple adecuadamente tratada posee un buen pronóstico prácticamente similar al de la población general. Es fundamental realizar seguimientos periódicos con pruebas de imagen para detectar posibles recoartaciones y tratarlas en caso de considerarse adecuado.