Tengo una cardiopatía congénita desde que nací. Me la descubrieron a los dos meses de vida y a los nueve me hicieron una CIA (comunicación interauricular) para que pudiera vivir. A los 3 años me operaron en el Hospital La Paz de una tetralogía de Fallot. Gracias a los médicos tan maravillosos que he tenido, he seguido adelante, llevo una vida normal, he contado con la ayuda de toda mi familia y mis amigos, y nunca me he sentido una persona extraña.
Tengo una cardiopatía congénita desde que nací. Me la descubrieron a los dos meses de vida y a los nueve me hicieron una CIA (comunicación interauricular) para que pudiera vivir. A los 3 años me operaron en el Hospital La Paz de una tetralogía de Fallot. Gracias a los médicos tan maravillosos que he tenido, he seguido adelante, llevo una vida normal, he contado con la ayuda de toda mi familia y mis amigos, y nunca me he sentido una persona extraña.
A los 25 años me descubrieron otra malformación congénita, una comunicación auricular. Desde entonces sufro de arritmias y tengo un ventrículo derecho muy grande. Sin embargo, eso no me impide hacer una vida totalmente completa. Colaboro con la Fundación Menudos Corazones, con la Fundación Española del Corazón y estoy muy contenta con mi vida. Lo único es que estas dolencias no me han permitido tener hijos, pero mi cardiólogo, el doctor Oliver, a quien tengo que nombrar porque es muy especial para mí, me dijo que por qué mi pareja y yo no adoptábamos un niño. Lo hicimos. Ahora tenemos una hija de 10 años, que se llama Beatriz. Estamos muy contentos y todo va bien.
Yo os diría que hay que vivir día a día y no hay que pensar que estás enfermo, ni que eres un bicho raro, que todo el mundo te tiene que mirar bien, y que no debes sentirte como una persona que no vale para nada porque yo logré superar mi enfermedad, y estoy convencida de que cada uno nace con lo que nace y no hay que culpar a nadie por haber nacido con una cardiopatía. Yo doy gracias por estar viva, por tener mi propia vida y poder defenderme de este mundo. Os pediría que ayudarais a todas esas personas que están pasando por una situación similar, sobre todo a los niños que tienen cardiopatías, a sus familias. Es muy importante el apoyo que da la gente, lo que se consigue en los congresos y en los eventos dirigidos a los pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Hay que seguir viviendo. Yo sé que en cualquier momento me va a tocar otra operación, pero no vivo pensando en que me van a operar otra vez. Vivo al momento, en el día, en el presente.
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