Respiramos entre cinco y seis litros de aire por minuto, lo que se traduce en de 7.200 a 8.600 litros diarios. Pero, ¿qué ocurre si ese aire que respiramos está contaminado? La respuesta es que las partículas diminutas contaminadas pasan a nuestro torrente sanguíneo y, con el tiempo, pueden hacer que las paredes de los vasos se estrechen y endurezcan. Como consecuencia, puede aumentar...