“Un día es un día”, dice el refrán. Y lo cierto es que un exceso esporádico puede no ser tan perjudicial. Salvo que se den dos circunstancias: que el exceso sea extremo o que nuestro cuerpo ya padezca dificultades en el momento en que nos pasemos de la raya. Entonces, es posible que haya que lamentar consecuencias. Por esa razón, conviene conocer qué tipo de conductas pueden pasar...