Hoy se celebra el Paseo Cardiosaludable: “Conoce tu ciudad, mueve tu corazón”, un circuito guiado con salida desde la Plaza de España en el que se explicarán los beneficios del ejercicio para reducir el riesgo cardiovascular.
El control de los factores de riesgo cardiovascular resulta la mejor estrategia de prevención. En este sentido la práctica de ejercicio físico es fundamental, ya que no sólo mejora el estado de salud, sino que evita la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Durante la práctica de ejercicio, las pérdidas de agua y sales minerales aumentan, por lo que es necesario hidratarse antes, durante y después del ejercicio físico.
Una de las estrategias clave en la prevención de las enfermedades cardiovasculares es la práctica de actividad física. Realizar ejercicio moderado, evitando de esta manera el sedentarismo, es un hábito de vida cardiosaludable, capaz de evitar el desarrollo de patologías cardiovasculares.
Controlar los factores de riesgo cardiovascular —hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad, tabaquismo y sedentarismo— es la mejor estrategia de prevención. En este sentido, además del control de estos factores resulta primordial la adopción de hábitos de vida saludables, entre los que la práctica de ejercicio es fundamental, ya que no sólo mejora el estado de salud, sino que evita la aparición de enfermedades.
Durante el día de hoy, en el marco de la I Semana del Corazón de Sevilla, organizada por la Fundación Española del Corazón (FEC), que este año está dedicada a las mujeres, bajo el lema “Cada mujer, un corazón”, tiene lugar una actividad cuyo fin es fomentar la práctica de ejercicio. Se trata del Paseo Cardiosaludable: “Conoce tu ciudad, mueve tu corazón”, una caminata guiada y comentada con inicio y llegada en Plaza de España: se visitarán la fabrica de tabacos, el Hotel Alfonso XIII, la Avenida de la Constitución, el Archivo de Indias, el Alcázar, la Catedral, el barrio de Santa Cruz y los Jardines de Murillo.
A lo largo de esta marcha, se explicarán los beneficios del ejercicio —caminar, subir escaleras, nadar, montar en bicicleta, correr…— para reducir el riesgo cardiovascular. Lo ideal es practicar ejercicio al menos tres veces por semana en sesiones de 20 a 60 minutos.
De hecho, los datos epidemiológicos indican claramente los efectos beneficiosos del ejercicio en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y en la disminución de la mortalidad cuando la actividad física forma parte de las actividades laborales y recreativas.
Hidratarse antes, durante y tras la práctica de ejercicio
Durante la práctica de ejercicio, las pérdidas de agua y sales minerales aumentan, asimismo, influyen las condiciones ambientales (temperatura, humedad y viento), el estado físico (nivel de entrenamiento) y la intensidad y el tipo de ejercicio.
Es conveniente, sin caer en excesos, hidratarse antes, durante y después del ejercicio físico, ya que cualquiera aunque sea moderado, produce la eliminación de cierta cantidad de agua y sales minerales además de un consumo energético. Por eso es necesario el aporte de agua y aconsejable el aporte de azúcar y sales minerales para el correcto funcionamiento de la actividad muscular. Al menos en caso de ejercicio prolongado (aproximadamente 45 minutos o más) es necesaria la reposición hídrica con sales minerales y cierta cantidad de azúcares.
Recinto cardiosaludable
Los aledaños de la Plaza de España de la ciudad hispalense acogen hasta hoy domingo el Recinto Cardiosaludable en el que los asistentes pueden someterse a mediciones de riesgo cardiovascular: toma de tensión arterial, colesterol, perímetro abdominal y asesoramiento nutricional personalizado.
De esta manera, la FEC incide en la importancia de prevenir las enfermedades cardiovasculares, responsables de un tercio de las muertes que se producen en el mundo, concretamente fallecen al año 17,5 millones de personas por este motivo.