El aceite de oliva beneficia el control de la hipertensión y previene la aparición de diabetes
Una alimentación rica en fibra y aceite de oliva aumenta el tracto gastrointestinal y mejora la digestión, lo que puede hacer que disminuya la incidencia de cáncer de intestino grueso.
El aceite de oliva tiene propiedades antioxidantes que previenen el antienvejecimiento de la piel.
La obesidad, el colesterol y la hipertensión arterial son tres de los principales factores de riesgo cardiovascular que se pueden prevenir adoptando hábitos de vida saludables.
Los tres factores de riesgo son modificables si se lleva a cabo una alimentación adecuada, lo que permite reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. En este sentido, se establecen unas pautas de alimentación cardiosaludables, entre las que destaca el consumo preferente de aceite de oliva virgen.
Por este motivo, ayer tuvo lugar la charla-coloquio sobre el aceite de oliva y sus beneficios para la salud, impartida por la Dra. Petra Sanz, cardióloga del Hospital de Alcorcón y miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC), en el marco de Consumeralia, una actividad que gira en torno al Día del Consumidor y que se celebra estos días en Madrid.
“El consumo de aceite de oliva es una buena alternativa en el consumo de grasas puesto que se trata de un ácido graso monoinsaturado, que ha demostrado que disminuye los niveles de colesterol total”, apunta la Dra. Sanz. Asimismo —añade— “es conveniente que las grasas que se ingieran sean de este tipo, en lugar de las grasas saturadas, ya que aumentan los niveles de colesterol y por lo tanto de riesgo cardiovascular”. Su consumo se debe restringir sólo en caso de personas obesas que estén en tratamiento dietético.
Por otra parte, se han publicado estudios poblacionales contrastados que demuestran que el aceite de oliva beneficia el control de la hipertensión arterial y previene la aparición de diabetes.
Previene el cáncer de intestino
Además de ser un alimento beneficioso para la salud cardiovascular, el aceite de oliva tiene propiedades antioxidantes que previenen el antienvejecimiento y tienen un beneficio dermatológico directo sobre la piel.
Asimismo, “una alimentación rica en fibra y aceite de oliva aumenta el tracto gastrointestinal y mejora la digestión, lo que podría hacer que disminuye la incidencia de cáncer de intestino grueso”, señala la Dra. Sanz.