El insomnio afecta a aproximadamente el 30% de la población, siendo más frecuente en mujeres y en personas de edad avanzada.
Los pacientes hipertensos de edad avanzada y con problemas para conciliar el sueño poseen un riesgo cardiovascular más elevado que el resto de la población.
El insomnio es un desorden del sueño que impide dormir durante períodos prolongados de tiempo, e incluso puede provocar que una persona no logre conciliar el sueño por completo.
Asimismo, repercute en el estado vigil del individuo pudiendo producir disminución de la concentración, falta de energía y alteraciones del comportamiento y de las emociones, que repercuten considerablemente en la calidad de vida de quien lo padece. Este trastorno del sueño afecta a aproximadamente el 30% de la población, resultando más frecuente en mujeres y ancianos.
Diversas patologías están directamente relacionadas con las alteraciones del sueño, entre las que destacan las enfermedades cardiovasculares. De hecho, los pacientes hipertensos de edad avanzada y con problemas para conciliar el sueño poseen un riesgo cardiovascular más elevado que el resto de la población, según indican diversos estudios.
En este sentido, son muchos los trastornos que nos pueden conducir a un mal descanso nocturno, “desde el insomnio por una mala higiene del sueño a otras causas que asocian despertares repetidos a lo largo de la noche como en el caso de la apnea del sueño”, apunta la Dra. Nieves Tarín, cardióloga de la Fundación Española del Corazón.
Para combatir el insomnio se aconsejan una serie de medidas higienico-dietéticas, entre las que destacan:
- Mantener horarios regulares.
- Realizar ejercicio físico, evitando hacerlo cercana la hora de acostarse.
- Evitar alimentos y bebidas altas en azúcar y cafeína.
- Evitar el alcohol antes de acostarse.
- Evitar cenas copiosas.
- En ocasiones tomar leche templada antes de acostarse puede ayudar a conciliar el sueño.
Si con estas medidas no se consigue un sueño reparador, se debe consultar con los profesionales de la salud.