La deshidratación tiene consecuencias nefastas sobre la salud y el rendimiento físico y mental
- La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) alertan de la importancia de mantener una buena hidratación en todas las etapas y situaciones de la vida
- Los expertos reconocen que una buena hidratación no es sólo necesaria ante un gran esfuerzo físico o un golpe de calor, aunque en estas situaciones es imprescindible tener un especial cuidado
- Un 36% de los españoles afirma consumir menos líquido de la cantidad diaria recomendada, siendo en los hombres la situación más preocupante, ya que en ellos la cifra se eleva al 43%
- El consumo de líquido es fundamental para el organismo y para mantener un buen rendimiento físico y mental. En el caso de una pérdida de líquido elevada, se recomienda especialmente el consumo de bebidas carbohidratadas, que permiten una rehidratación más rápida
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) alertan sobre la importancia de mantener una buena hidratación, más allá de las fechas estivales o del sobreesfuerzo físico, momentos en los que generalmente existe una mayor concienciación y una mayor sensación de sed producida por el propio organismo, aunque es cierto que en esos momentos es en los que se debe tener un mayor cuidado.
Aún así, los expertos destacan que ese cuidado debe extenderse también a todos los colectivos y situaciones vitales, ya que nuestro organismo está formado principalmente por agua, llegando a representar el 65% de nuestro peso total en la juventud. De hecho, está presente en las células que constituyen todos nuestros órganos y también en líquidos como la sangre, la orina o la bilis. Es por ello, que se calcula que la necesidad diaria de líquidos ronda aproximadamente los dos litros.
En este sentido, cabe destacar que recientes estudios muestran una escasa hidratación por parte de los españoles. Un ejemplo es el realizado por Millward Brown, ‘Bebidas, motivaciones e hidratación’, que afirma que el 36% de los españoles asegura consumir menos líquido del recomendado, siendo esta situación más agravante en los hombres, cuyo porcentaje se eleva al 43%.
La deshidratación puede aparecer por causas naturales, como una excesiva sudoración debida al calor, por practicar una actividad física o por alguna patología que condiciona este desequilibrio, entre otras causas. Sus principales síntomas son la sensación de cansancio, mareos, baja presión arterial, taquicardia y contracturas musculares o calambres. En casos de deshidratación más agravada pueden llegar a aparecer convulsiones, entrada en coma o pérdida total del conocimiento o incluso la muerte.
En el caso de los jóvenes, la excesiva sudoración, bien a causa del calor o bien del ejercicio, es la causa más habitual de deshidratación. En este sentido, el presidente de la SEC, el Dr. Carlos Macaya, destaca que “si en condiciones habituales, cada persona pierde por la piel y la respiración más de medio litro de agua, cuando aumenta la temperatura ambiente o realiza ejercicio físico intenso, estas pérdidas pueden elevarse hasta el litro y medio, causando un cuadro de deshidratación que es necesario compensar con la ingesta de agua o líquidos que contengan los electrolitos que suelen perderse con el agua, principalmente sodio y potasio”.
Es por este motivo, que los expertos recomiendan una ingesta de líquido antes, durante (en cantidades moderadas) y después del ejercicio. Se calcula que con una deshidratación del 2% en nuestro organismo, se reduce un 20% el rendimiento físico, mientras que si la deshidratación alcanza el 5%, el deportista puede llegar a experimentar una reducción de su rendimiento del 50%. Sobre este aspecto, cabe destacar que recientes estudios científicos, como el publicado en Research in Sport Medicine denominado ‘Los efectos del té rojo, el agua embotellada y las bebidas carbohidratadas sobre los marcadores plasmáticos y urinarios de hidratación tras una deshidratación aguda’, han demostrado que las bebidas carbohidratadas ayudan a restablecer ciertos marcadores plasmáticos y urinarios de hidratación en deportistas y logran establecer una más rápida rehidratación.
Pero la hidratación no es únicamente imprescindible en los casos de practicar ejercicio físico intenso. Estar bien hidratado es fundamental para mantener un buen estado de salud, ya que sin realizar actividad física alguna nuestro organismo pierde entre dos y tres litros de líquido al día.
Además, un a buena hidratación no sólo influye en el cuerpo, sino también en la mente. Recientemente se ha observado que la deshidratación causa una contracción del tejido cerebral que se asocia a un aumento del volumen ventricular, llegando a afectar negativamente en la respuesta de nuestro cerebro a una actividad intelectual. En este sentido, procesos mentales como la memoria, el aprendizaje o la capacidad de atención pueden disminuir por la falta de líquidos, sobre todo cuando el cuerpo sufre pérdidas de más del 2%.
Por su parte, el presidente de la FEC, el Dr. Leandro Plaza, ha hecho hincapié en la importancia de la hidratación en todos los grupos de edad, especialmente en aquellos en los que la edad condiciona su circunstancia vital. Es el caso de niños y personas mayores y ancianos. En el primer caso, “por carecer de un poder de manifestación de la sed y el mayor porcentaje de agua en su cuerpo, son muy sensibles a desequilibrios en la hidratación, especialmente debidos al aumento de sudoración por el calor, la fiebre y la pérdida de líquidos por diarrea”; mientras que en el caso de la gente mayor y los ancianos, “en quienes se va perdiendo el control de líquidos por disminución del estímulo de la sed, la deshidratación acaba constituyendo una de las principales causas de ingreso hospitalario”.