La inactividad física aumenta en más del 20% el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. A pesar de esto, se estima que el 25% de las mujeres y el 22% de los hombres en Europa son físicamente inactivos. Son datos de un informe publicado por la European Heart Network (EHN), entidad de la que forma parte la Fundación Española del Corazón (FEC). En el análisis se ponen de relieve los beneficios de la actividad física para el corazón y se denuncia la infrautilización de medidas políticas para promover la actividad física entre la población con el fin de prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Tal y como remarca el Dr. José Luis Palma, vicepresidente de la FEC, “España no está del todo bien posicionada respecto a Europa en cuanto a práctica de ejercicio físico se refiere”. Entre el 20 y el 29,9% de los hombres españoles no realiza actividad física, mientras que entre el 30 y el 39,9% de las mujeres son físicamente inactivas , lo que las sitúa por encima de la media europea.
Para el vicepresidente de la FEC, estas cifras son “preocupantes” y defiende, como promueve la EHN, que “nunca es tarde para empezar a hacer actividad física y cualquier ejercicio es mejor que nada, aunque más es mejor”.
Beneficios de la actividad física
La actividad física es beneficiosa tanto para las personas sanas como para los que ya sufren una enfermedad cardiovascular. En adultos sanos de todas las edades, disminuye la incidencia de hipertensión arterial y de diabetes tipo 2, así como la incidencia de enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por esta causa. “En el caso de las embarazadas también se asocia a menor riesgo de desarrollar diabetes gestacional”, puntualiza el Dr. Palma.
La actividad física también ha demostrado efectos beneficiosos en aquellos pacientes que tienen una enfermedad cardiovascular. Por eso, “son necesarios programas de rehabilitación cardiaca flexibles, individualizados y basados en esquemas adaptados a las circunstancias y necesidades de cada paciente”, dice el Dr. Palma.
Actividad física en adultos y niños
Según la definición clásica, se entiende por actividad física cualquier movimiento del cuerpo producido por los músculos esqueléticos que exija un gasto de energía. “Esto significa que además de la práctica de ejercicio o de un deporte de forma deliberada, también se entienden como actividad física todas aquellas actividades diarias como caminar, montar en bicicleta, subir escaleras, o jugar y divertirse activamente en el caso de los niños”, aclara el vicepresidente de la FEC.
Para los adultos, la recomendación básica se centra en una actividad regular de al menos 150 minutos a la semana de intensidad moderada, 75 minutos a la semana de actividad física de intensidad vigorosa o una combinación equivalente.
En el caso de los niños de entre 5 y 17 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:
- Al menos 60 minutos de actividad física diaria de intensidad moderada a vigorosa. Toda actividad física que supere los 60 minutos diarios proporcionará beneficios adicionales para la salud.
- La mayor parte de la actividad física diaria debe ser aeróbica. Se deben incorporar actividades de intensidad vigorosa, incluidas aquellas que fortalezcan músculos y huesos, al menos tres veces por semana.