Considerada durante muchos años como 'deporte nacional', parece ser que la siesta se practica cada vez menos en España. Paradójicamente, algunos estudios sugieren que esa 'cabezadita' vespertina podría resultar altamente beneficiosa para la salud cardiovascular.
El descanso no es precisamente una pauta que caracterice los tiempos que corren. La sociedad actual exige personas cada vez más competitivas, y el estrés que esta situación produce repercute en un gran número de la población. Pero según un estudio del Allegheny College de Pensilvania (Estados Unidos), dormir una siesta de 45 minutos puede disminuir la presión arterial en un día de trabajo estresante. Esta investigación fue publicada recientemente en International Journal Behavioral Medicine, y en ella participaron 85 universitarios divididos en dos grupos: uno tenía 60 minutos para hacer una siesta y el otro no. Los expertos observaron que la siesta parecía tener un efecto reparador y que diminuía la presión arterial y el ritmo cardiaco en este grupo.
Estos resultados según sus investigadores, sugieren que la siesta diaria puede ofrecer importantes beneficios en la recuperación cardiovascular tras un episodio de estrés psicológico.
La siesta, una costumbre perdida
Aunque la siesta está asociada por muchos a una costumbre típica española, realmente se trata de una práctica que con los años ha perdido bastantes seguidores. En 2009, el estudio Salud y descanso, realizado por la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico San Carlos (Fundadeps) y la Asociación Española de la Cama (Asocama), en el que participaron 3.000 españoles mayores de 18 años, concluía que un 58,6% de la población no la duerme nunca, y sólo un 16,2% lo hace a diario.
Podamos o no hacer una siesta diaria, lo más importante es tener una actitud positiva ante la vida, poner en práctica costumbres saludables (alimentación equilibrada, actividad física diaria y mantener a raya hábitos como el tabaquismo), así como evitar (o controlar) las situaciones que nos generan estrés. Todo ello nos ayudará a disfrutar más y mejor de nuestro día a día.
Y tú, ¿eres de los que no pueden vivir sin la siesta? ¿Te sientes mejor y más vital cuando la practicas? ¿Crees que el verano es una buena época para retomarla? ¡Cuéntanos tu experiencia!