Sabemos que leche materna otorga numerosos beneficios nutricionales importantes para el desarrollo del niño. Ahora también hemos descubierto que la lactancia puede influir en la salud cardiovascular de los bebés cuando se hacen adultos.
La lactancia durante los seis primeros meses del vida satisface las necesidades alimenticias del niño, ya que es rica en vitaminas, proteínas, grasas y minerales, nutrientes esenciales para su correcto desarrollo y crecimiento. Además, la leche materna posee inmunoglobulinas que fortalece en el sistema inmunológico y previene las alergias. Según la Asociación Española de Pediatría, dar el pecho al bebé “se ha relacionado con una disminución de infecciones respiratorias, otitis y diarreas, así como con un menor riesgo de muerte súbita del lactante”.
Lactancia y riesgo cardiovascular
Los beneficios de la lactancia materna van más allá de los aspectos relacionados con el correcto desarrollo y crecimiento cuando se es niño, ya que influye en la salud de la persona toda la vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los adultos que de niños tuvieron lactancia materna suelen tener una tensión arterial más baja, menos colesterol y menores tasas de sobrepeso, obesidad y diabetes de tipo 2. También hay datos que indican que las personas que tuvieron lactancia materna obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia”.
Beneficios para las madres
Por si fuera poco, a las ventajas que ofrece la lactancia a los pequeños, también hay que sumar los beneficios que aporta a la madre. La propia OMS asegura que la lactancia “reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario en fases posteriores de la vida, ayuda a la madre a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo y reduce las tasas de obesidad”.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que la calidad de la leche no sólo influye en la cantidad de leche producida, sino que en la composición. Se sabe que la cantidad de ácidos grasos de la leche es el fiel reflejo de la cantidad ingerida por la mujer que amamanta. Ocurre lo mismo con los niveles de selenio, yodo y algunas vitaminas del grupo B. La cantidad de proteínas que contiene la leche puede verse afectada si la madre está desnutrida. Los demás nutrientes parece que se mantienen constantes y son independientes de la dieta.
Consejos para una correcta lactancia materna
Alimentarse bien es clave para que la calidad de la leche sea la adecuada. Por ello, es importante seguir una dieta equilibrada, y por supuesto, mantener hábitos saludables. Así que si estás embarazada o acabas de tener un bebé, te recordamos que en nuestra web puedes informarte sobre:
- Recetas saludables
- Libros, recetarios, guías de alimentación saludable
- Actividad física recomendada durante el embarazo
Por otro lado, también puedes visitar la web de La Liga de la Leche, institución de carácter internacional y miembro del Consejo de Organizaciones No-Gubernamentales de UNICEF, que cuenta con información muy útil para aquellas madres que quieran amamantar a sus hijos y tengan dudas sobre cómo hacerlo o que quieran saber más sobre la lactancia materna. También recomendamos visitar el apartado de FAROS sobre alimentación, donde está disponible la guía de lactancia materna del Hospital Sant Joan de Déu & Bebé Due.