La fructosa es un azúcar natural que se obtiene principalmente de la frutas y se utiliza en la elaboración de algunos productos procesados como refrescos, zumos, bollería, golosinas, etc. Su ingesta excesiva puede tener graves consecuencias en la salud.
La fructosa es un hidrato de carbono simple que se encuentra en la fruta y en la miel, se absorbe en el intestino y pasa al hígado, donde se metaboliza rápidamente a glucosa. Además, la fructosa también está presente en gran parte de los alimentos procesados, las bebidas carbonatadas, golosinas, zumos procesados, tés refrigerados, batidos, etc. Consumida de forma natural, por ejemplo en frutas y miel, la fructosa no resulta dañina. Pero atención, cuando la ingerimos en altas cantidades a través de productos elaborados industrialmente se convierte en un problema para la salud. Los motivos:
- Eleva la presión arterial
- Aumenta los triglicéridos
- Aumenta el colesterol 'malo' (LDL)
- Facilita la acumulación de grasa en las vísceras (sobre todo en el hígado)
- Incrementa la presión arterial
- Incrementa el ácido úrico
Por todo ello, el exceso de consumo de fructosa es un problema que incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en el futuro.
Apuesta por lo natural
Lo natural siempre es más sano, y esto se aplica a también a la ingesta de la fructosa. Hay que consumir frutas y zumos naturales, disminuir el consumo de bebidas azucaradas, bollería, dulces, pasteles, galletas... Además, no olvides que consumiendo frutas y zumos naturales sin azúcares añadidos obtendrás los beneficios nutricionales propios de estos alimentos.
Fructosa y factores de riesgo
Queremos insistir en la importancia de controlar el consumo de fructosa, sobre todo en personas que padecen factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes y los triglicéridos altos. Quienes sufren hipertrigliceridemia deben tener en cuenta la contraindicación del consumo de azúcares simples, ya que incrementan la síntesis hepática de triglicéridos. En nuestro apartado de nutrición encontrarás más información sobre la alimentación idónea para los pacientes con hipertrigliceridemia.
Los pacientes diabéticos, aunque pueden consumir fructosa, también deben tener mucho cuidado con la cantidad que ingieren, ya que su ingesta en exceso puede producir resistencia a la insulina. En la web de la American Diabetes Association encontrarás las recomendaciones de esta institución sobre el consumo de dulces y edulcorantes en los diabéticos.
En resumen, decántate siempre por los alimentos naturales y evita los procesados para proteger tu salud.