El ácido ascórbico o vitamina C es un nutriente esencial para el organismo y al que se le atribuyen múltiples beneficios para la salud, entre ellos, el descenso de las cifras de presión arterial. Un grupo de investigadores ha querido comprobar si existe o no una relación directa entre el consumo de este nutriente y el aumento de la tensión.
Mejora la absorción de hierro, previene el escorbuto, las infecciones y el resfriado… A la vitamina C se le atribuyen muchos beneficios, aunque no todos están probados científicamente. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), y publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, asegura que grandes dosis de este nutriente pueden reducir moderadamente la presión arterial. A esta conclusión llegaron sus autores después de revisar y analizar 29 ensayos clínicos aleatorizados, controlados, publicados con anterioridad y que contenían información sobre los valores de presión sistólica y diastólica, y que comparaban la ingesta de vitamina C con un placebo. Los resultados apuntaban que con la ingesta de 500 miligramos de vitamina C al día, alrededor de cinco veces el requerimiento diario recomendado, se reducía la presión arterial 3,84 milímetros de mercurio a corto plazo. Mientras que entre las personas diagnosticadas con hipertensión arterial, la caída fue de casi 5 milímetros de mercurio. Esto puede deberse a que la vitamina C puede actuar como un diurético, haciendo que los riñones eliminen más sodio y agua del cuerpo, y ayudando a relajar las paredes de los vasos sanguíneos, lo que a su vez reduce la presión arterial.
A falta de más investigaciones…
En una nota de prensa emitida por la Universidad Johns Hopkins, el director del estudio, Edgar R. Miller, afirma que esta investigación sugiere una modesta disminución de la presión arterial, pero que antes de poder recomendar los suplementos como tratamiento para la presión arterial alta son necesarias más investigaciones para comprender las implicaciones de tomar dichos suplementos. Miller también advierte que ninguno de los estudios revisados por su equipo muestran una directa relación entre la ingesta de vitamina C y la prevención o reducción de las tasas de enfermedad cardiovascular, incluido el accidente cerebrovascular.
Claves para mantener la tensión a raya
Para mantener los niveles de presión arterial normales hay que llevar unos hábitos de vida saludable:
- Comer equilibradamente
- Evitar el sobrepeso y la obesidad
- Controlar el consumo de sal
- No fumar
- No beber alcohol en exceso
- Ejercitarse a diario por lo menos 30 minutos
Si eres hipertenso, debes seguir al pide de la letra las indicaciones de tu médico, respetar la tomas de medicamentos, llevar una dieta para la hipertensión y controlar los factores de riesgo. En nuestra web encontrarás un apartado dedicado a la hipertensión, con amplia información sobre esta enfermedad (en qué consiste, cómo se diagnostica, cuál es su tratamiento, cuáles son los niveles normales, cómo se mide, etc.). Estar informado resulta clave para atajarla a a tiempo y evitar problemas de salud más graves.
Mejor natural
A través de una dieta equilibrada (rica en frutas y verduras) podemos obtener los requerimientos diarios recomendados de vitamina C (60 ml gramos al día), un nutriente necesario para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Pero, ¿qué alimentos nos aportan vitamina C? La naranja, el tomate, la papaya, el kiwis, los pimientos, las vísceras como el hígado y el riñón, son solo algunos de ellos. En este vídeo del programa Para todos La 2, de RTVE, la doctora Eulàlia Vidal, experta en nutrición, cuenta más sobre otros alimentos que contienen esta vitamina y da algunos consejos para aprovechar al máximo sus propiedades.
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También en el apartado de nuestra web dedicado a la vitamina C encontrarás una amplia lista de alimentos con el contenido de vitamina C por cada 100 gramos.
Ya lo sabes, para evitar que los niveles de presión arterial se disparen, nada mejor que la prevención a través de los hábitos de vida saludable. El consumo de vitamina C, sí, en las cantidades recomendadas y obtenlas a través de una dieta rica en verduras y frutas.