La incidencia del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares entre los fumadores está adquiriendo proporciones de auténtica pandemia. Para hacer frente a esta situación, grupos protectores de la salud han presentado nuevas propuestas a la Unión Europea sobre el control antitabaco y la prevención de estas patologías.
El pasado 19 de febrero, dos relevantes grupos protectores de la salud, el MEP sobre enfermedades cardiovasculares y el MEP contra el cáncer, han renovado y ampliado sus propuestas ante las autoridades sanitarias de la Comisión Europea sobre las nuevas Directivas en Productos del Tabaco en su lucha para la prevención del cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Según los datos aportados, la incidencia del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares entre los fumadores está adquiriendo proporciones de auténtica pandemia, lo que, en palabras de Nessa Childer, presidenta de la Asociación Europea contra el Cáncer, “supone un hecho triste y vergonzoso para la UE. Debemos de estar todos vigilantes y activos contra las campañas negativas y engañosas del lobby de las tabaqueras quienes no paran de moverse en la sombra para retrasar la puesta en práctica que las recomendaciones de ONG europeas en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, proponen a la autoridades sanitarias europeas para evitar los mensajes engañosos que incitan a los jóvenes a iniciarse en el consumo de tabaco”.
Las propuestas de ambos grupos se han focalizado en dos aspectos concretos: el claro e inconfundible etiquetado de las cajetillas de cigarrillos y el cese del enmascaramiento de sus sabores para hacer del tabaco un producto más suave, menos áspero a la garganta y más agradable al olor y al gusto de los consumidores buscando con ello, únicamente, la adicción crónica del fumador.
Las cifras del tabaquismo en Europa
El tabaco es el mayor factor de riesgo evitable en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares y el cáncer en la Unión Europea. Numerosos análisis estadísticos señalan que son los niños y jóvenes (no los adultos) los que se inician en el consumo del tabaco. Por tanto, como dice Linda McAvan, MEP (Reino Unido) encargada de la redacción de la Directiva para los Productos del Tabaco, “si somos capaces de evitar que se empiece a fumar antes de los 25 años habremos resuelto una parte sustancial del problema”. Y añade: “si nosotros prohibimos por ley a las tabaqueras reducir los mensajes cautivadores en las cajetillas de tabaco y la adulteración mal intencionada de los sabores mediante la adición de productos saborizantes y engañosos, nuestras medidas tendrán un claro impacto futuro en la protección de la salud de nuestros jóvenes”.
El tabaco en la UE está vinculado al 65% de todas las muertes, lo que supone 1,2 millones de muertes anuales por cáncer y 1,9 millones de muertos por enfermedades cardiovasculares. Diversos países europeos como la República Checa, Lituania, Hungría, Estonia o Eslovaquia han visto incrementarse sustancialmente el número de jóvenes que se han iniciado en el hábito de fumar, siendo especialmente relevante este porcentaje entre las adolescentes.
Hay que dejar bien claro a los jóvenes que el tabaco es un adversario desagradecido que produce directamente 700.000 muertes cada año en Europa, siendo la mayor causa de mortalidad muy por encima de las drogas, los asesinatos, el suicidio o los accidentes de automóvil. Además, se añade en la propuesta, deben de suprimirse los mensajes engañosos en las presentaciones de cigarrillos light ya que en estas formas los aditivos y componentes como los azúcares añadidos, el mentol y otras variantes son fuertemente cancerígenos.
El martes 26 de febrero en Bruselas, una Sesión conjunta de la Red Europea del Corazón (EHN) y de la Asociación Europea contra el Cáncer (MAC) en la que la Fundación Española del Corazón estuvo representada por su vicepresidente, debatieron acerca de la nueva Directiva Europea contra el Tabaco acordando elevar una propuesta formal ante los Comisaros de Salud de la UE para que los mensajes de peligro que actualmente se exhiben en las cajetillas de tabaco aumenten su tamaño de forma que ocupen el 80% de la superficie de ambas caras, con mensajes claros y contundentes sobre los peligrosos efectos del tabaco y que además se eliminen los procedimientos manipuladores en la elaboración del tabaco, suprimiendo los aditivos y componentes saborizantes y suavizantes que hacen al tabaco un tóxico más atractivo para el consumidor, especialmente para el más juvenil.
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Autor
Dr. José Luis Palma Gámiz
Vicepresidente de la Fundación Española del Corazón
Twitter: @jlpalmagamiz