¿Qué es una endocarditis infecciosa?
La endocarditis infecciosa es la inflamación del revestimiento interno de las válvulas y cavidades cardiacas (endocardio), producida por la infección por un microorganismo, generalmente bacterias, que crecen formando unas estructuras características conocidas como vegetaciones.
¿Qué es una endocarditis infecciosa?
La endocarditis infecciosa es la inflamación del revestimiento interno de las válvulas y cavidades cardiacas (endocardio), producida por la infección por un microorganismo, generalmente bacterias, que crecen formando unas estructuras características conocidas como vegetaciones.
Aunque puede aparecer en pacientes sanos, es más frecuente en:
- Válvulas protésicas.
- Cardiopatías congénitas.
- Valvulopatías.
- Endocarditis previa.
También es más frecuente en toxicómanos por vía intravenosa.
Causas
La endocarditis infecciosa se produce por la llegada de microorganismos al corazón a través del torrente sanguíneo. Estos microorganismos se fijan al endocardio, generalmente de una válvula cardiaca, y comienzan a multiplicarse, formando vegetaciones. El crecimiento de los microorganismos y la respuesta del sistema inmunitario para controlar la infección pueden ocasionar alteraciones en la función de la válvula sobre la que asienta la endocarditis. También pueden formarse abscesos (acúmulos de pus) y producirse embolias (al desprenderse un fragmento de la vegetación y migrar por el torrente sanguíneo hasta que se impacta en un vaso sanguíneo, comprometiendo el riego sanguíneo de esa zona del cuerpo).
Los microorganismos pueden penetrar en el torrente sanguíneo siempre que se afecte la integridad de la piel o las mucosas, como ocurre en los siguientes procedimientos:
- Procedimientos dentales que implican sangrado.
- Procedimientos del tracto respiratorio (adenoidectomía, amigdalectomía, broncoscopia con broncoscopio rígido…).
- Procedimientos del tracto gastrointestinal (esclerosis de varices esofágicas, dilatación esofágica, cirugía del tracto biliar, operaciones quirúrgicas que involucran mucosa intestinal…).
- Procedimientos genitourinarios (citoscopias, dilatación uretral, sondaje uretral si existe infección urinaria, cirugía uretral si existe infección urinaria, cirugía prostática, histerectomía vaginal, parto vía vaginal con infección…).
En adictos a drogas por vía parenteral es característica la endocarditis sobre las válvulas derechas del corazón (trcúspide y pulmonar).
Son muchas las especies de microorganismos que pueden causar una endocarditis, pero las más frecuentes son las bacterias, sobre todo, estreptococos y estafilococos. Según la agresividad de la bacteria causante, la endocarditis puede ser:
- Aguda. Evoluciona en días o semanas, provocada por gérmenes muy agresivos.
- Subaguda. Su curso dura semanas o meses, causada por gérmenes de escasa virulencia.
Síntomas
Varían según el microorganismo causal, las condiciones del paciente y la vávula afecta.
En la endocarditis subaguda los síntomas son fiebre, escalofríos, sudoración nocturna, malestar general, disminución del apetito, fatiga, debilidad y molestias musculoesqueléticas. Estos síntomas pueden durar varias semanas antes de llegar al diagnóstico.
En la endocarditis aguda los síntomas son muy parecidos a los de la subaguda, pero más graves y concentrados en unos días. También pueden aparecer síntomas de insuficiencia cardiaca debido a la disfunción de la válvula afectada.
Diagnóstico
La sospecha diagnóstica se establece cuando existe un proceso infeccioso con fiebre persistente sin que exista un foco aparente de la infección, sobretodo si se asocian soplos u otros síntomas cardiacos y en pacientes con cardiopatías que predisponen a la endocarditis.
Para realizar el diagnóstico es importante demostrar la presencia de los microorganismos en la sangre y detectar las vegetaciones (generalmente situadas en las válvulas cardiacas).
Para detectar los microorganismos en la sangre se realizan hemocultivos, que son cultivos de sangre de la persona enferma en condiciones especiales que favorecen el crecimiento del micoorganismo. Además de detectar el microorganismo causal de la endocarditis, los hemocultivos también sirven para seleccionar el tratamiento más adecuado para ese microorganismo en concreto.
Las vegetaciones se detectan mediante las técnicas de imagen cardiaca. Generalmente se realiza primero un ecocardiograma transtorácico (desde el exterior del tórax). Si esta técnica no muestra las vegetaciones y existe alta sospecha, pueden realizarse otras técnicas, como un ecocardiograma transesofágico (mediante un tubo que se introduce por la boca hasta el esófago), que es más sensible pero también más agresivo.
Además de para realizar el diagnóstico, el ecocardiograma aporta datos sobre el estado de la válvula sobre la que asienta la endocarditis y del funcionamiento global del corazón.
Pronóstico
La endocarditis es una enfermedad grave que puede resultar mortal incluso si el tratamiento pautado es el óptimo. El tipo de microorganismo, el tamaño de las vegetaciones, las alteraciones sobre el funcionamiento de la válvula afectada y la existencia de embolias o insuficiencia cardiaca van a influir en el pronóstico.
A pesar de ser una enfermedad grave, no es rara la curación sin secuelas si se trata adecuadamente.
Tratamiento
El tratamiento de la endocarditis tiene que cubrir los siguientes aspectos:
- Tratar la infección, generalmente mediante antibióticos intravenosos. El tratamiento antibiótico inicialmente es empírico (sin conocer con detalle el microorganismo causal) y posteriormente se selecciona en función del microorganismo aislado en los hemocultivos. Normalmente dura varias semanas.
- Tratar las complicaciones derivadas de la endocarditis (insuficiencia cardiaca, embolias).
- Tratamiento quirúrgico, indicado en aquellos casos en que es necesario sustituir la válvula afectada por una prótesis, cuando existen abscesos o cuando el riesgo de que se produzcan embolias es muy alto.
Prevención-Profilaxis de la endocarditis infecciosa
Se recomienda profilaxis:
- Portadores de prótesis valvular o material protésico utilizado para la reparación valvular. - Endocarditis previa.
- Cardiopatías congénitas cianóticas no reparadas, incluyendo aquellos con shunts o conductos paliativos.
- Cardiopatías congénitas reparadas de forma completa con material protésico (vía quirúrgica o percutánea) en los primeros 6 meses tras el procedimiento.
- Cardiopatías congénitas reparadas con implante de material protésico y con defectos residuales en el lugar adyacente al del material protésico que evita la endotelización del mismo.
- Receptores de transplante cardiaco con regurgitación valvular debida a una anomalía valvular estructural.
Procedimientos en los que se recomienda:
a. Todos los procedimientos odontológicos que conlleven manipulación del tejido gingival o región periapical del diente o perforación de la mucosa oral, salvo los descritos en el apartado siguiente
b. Procedimientos del tracto respiratorio:
- Aquellos procedimientos invasivos del tracto respiratorio que conlleven la incisión o biopsia de la mucosa respiratoria, tales como adenoidectomía y/o amigdalectomía.
- Si se va a realizar un procedimiento invasivo sobre el tracto respiratorio para tratar una infección establecida (drenaje de un absceso o empiema)
c. Procedimientos del tracto genitourinario (TGU) con infección activa en el mismo y si no se puede demorar el procedimiento mientras se trata
- Cistoscospia o cualquier otra manipulación sobre el tracto GU en paciente con infección activa sobre el TGU y siempre que no se pueda posponer dicha exploración o manipulación hasta la curación de la misma que sería lo recomendado. Si el paciente presenta colonización del tracto genitourinario por enterococo es razonable el tratamiento antibiótico para erradicarlo antes del procedimiento.
Procedimientos en los que no se recomienda:
a. Procedimientos odontológicos - Maniobras de restauración con o sin retracción gingival. - Anestesia rutinaria. - Inyecciones a través de tejido no infectado. - Toma de radiografías dentales. - Colocación y extracción de aplicaciones ortodóncicas y postortodóncicas. - Colocación de brackets. - Extracción de un diente dañado, no infectado. - Obturación de conducto radicular y su posterior reconstrucción. - Sangrado y trauma de labios y mucosa oral - Colocación de goma de Dique. - Remoción de suturas y topicaciones con fluor
b. Procedimientos del tracto gastrointestinal
c. Procedimientos del tracto genitourinario sin infección activa en el mismo o en los que se puede demorar el procedimiento hasta terminar el tratamiento de la infección
Pacientes en los que se recomienda profilaxis
- Portadores de prótesis valvular o material protésico utilizado para la reparación valvular. - Endocarditis previa.
- Cardiopatías congénitas cianóticas no reparadas, incluyendo aquellos con shunts o conductos paliativos.
- Cardiopatías congénitas reparadas de forma completa con material protésico (vía quirúrgica o percutánea) en los primeros 6 meses tras el procedimiento.
- Cardiopatías congénitas reparadas con implante de material protésico y con defectos residuales en el lugar adyacente al del material protésico que evita la endotelización del mismo.
- Receptores de transplante cardiaco con regurgitación valvular debida a una anomalía valvular estructural.
Procedimientos en los se recomienda profilaxis
Todos los procedimientos odontológicos que conlleven manipulación del tejido gingival o región periapical del diente o perforación de la mucosa oral, salvo los descritos en el apartado siguiente:
- Procedimientos del tracto respiratorio.
- Aquellos procedimientos invasivos del tracto respiratorio que conlleven la incisión o biopsia de la mucosa respiratoria, tales como adenoidectomía y/o amigdalectomía.
- Si se va a realizar un procedimiento invasivo sobre el tracto respiratorio para tratar una infección establecida (drenaje de un absceso o empiema).
- Procedimientos del tracto genitourinario (TGU) con infección activa en el mismo y si no se puede demorar el procedimiento mientras se trata.
- Cistoscospia o cualquier otra manipulación sobre el tracto GU en paciente con infección activa sobre el TGU y siempre que no se pueda posponer dicha exploración o manipulación hasta la curación de la misma que sería lo recomendado. Si el paciente presenta colonización del tracto genitourinario por enterococo es razonable el tratamiento antibiótico para erradicarlo antes del procedimiento.
Procedimientos en los no recomienda profilaxis
- Procedimientos odontológicos - Maniobras de restauración con o sin retracción gingival. - Anestesia rutinaria. - Inyecciones a través de tejido no infectado. - Toma de radiografías dentales. - Colocación y extracción de aplicaciones ortodóncicas y postortodóncicas. - Colocación de brackets. - Extracción de un diente dañado, no infectado. - Obturación de conducto radicular y su posterior reconstrucción. - Sangrado y trauma de labios y mucosa oral - Colocación de goma de Dique. - Remoción de suturas y topicaciones con fluor.
- Procedimientos del tracto gastrointestinal.
- Procedimientos del tracto genitourinario sin infección activa en el mismo o en los que se puede demorar el procedimiento hasta terminar el tratamiento de la infección.