Bajo el título: “El impacto del consumo de alcohol en la salud cardiovascular: Mitos y medidas”, World Heart Federation (WHF) publica un informe en el que se cuestiona el aspecto generalizado de que beber cantidades moderadas de alcohol puede disminuir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. A su vez, pide una acción urgente y decisiva para abordar el aumento de la mortalidad relacionado con la ingesta de alcohol a nivel mundial.
En 2019, más de 2,4 millones de personas murieron a causa del consumo de alcohol, lo que representa el 4,3% de todas las muertes en el mundo. En este sentido, los estudios ponen de manifiesto que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden hacer que aumente el riesgo de que una persona padezca enfermedades cardiovasculares, tales como: enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca, cardiopatía hipertensiva, fibrilación auricular y aneurisma. De hecho, hasta la fecha no se ha encontrado ninguna correlación fiable entre el consumo moderado de alcohol y un menor riesgo de enfermedades cardiacas.
El informe de la WHF resume las evidencias sobre las repercusiones negativas que representa el consumo de alcohol en la salud, explica el debate sobre sus "daños frente a los beneficios" y presenta una serie de recomendaciones dirigidas tanto a la población como a los responsables políticos para ayudar a contrarrestar el impacto mortal que representa el alcohol a nivel mundial.