En los pacientes con diabetes, la detección de enfermedades cardiacas y renales es extremadamente importante para asegurar los tratamientos y el apoyo apropiados con el objetivo de mejorar el pronóstico. En la ‘Guía de práctica clínica ESC sobre la prevención de la enfermedad cardiovascular en los pacientes con diabetes: Información para pacientes’ encontrarás las claves.
Los pacientes con diabetes tienen un riesgo más alto de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad vascular ateroesclerótica y la insuficiencia cardiaca, en comparación con los pacientes que no tienen diabetes. Además, los pacientes con diabetes pueden sufrir daños graves en otros órganos, como los riñones (enfermedad renal crónica), lo que también aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares.
Según se especifica en la Guía ESC, se debe evaluar a todos los pacientes con diabetes para buscar síntomas o signos de enfermedad vascular ateroesclerótica, insuficiencia cardiaca y enfermedad renal crónica. Asimismo, todos los pacientes con enfermedad vascular ateroesclerótica deben someterse a pruebas para descartar si tienen diabetes.
En cuanto a los medicamentos cardioprotectores, en la guía se especifican cuáles son los indicados según la patología (diabetes tipo 2 y enfermedad vascular ateroesclerótica, diabetes tipo 2 e insuficiencia cardiaca o diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica).
También se recomiendan cambios en el estilo de vida como un tratamiento añadido a los fármacos para reducir el riesgo cardiovascular. El control del peso, incrementar la actividad física y el ejercicio, dejar de fumar y controlar el resto de factores de riesgo cardiovascular es fundamental.
Igualmente, el seguimiento frecuente con el médico de cabecera es importante. Se debe comprobar de forma regular si el paciente tiene una alteración del ritmo cardiaco, como la fibrilación auricular, tomándole el pulso o llevando a cabo un electrocardiograma (ECG) para registrar la actividad eléctrica del corazón. También debe comprobar de forma regular si se tiene algún problema con el riego sanguíneo en las piernas, que puede estar relacionado con la enfermedad arterial periférica.
Para más información, descárgate la guía en este enlace.