La fibrilación auricular (FA) es un trastorno del ritmo cardiaco en el que una alteración de las señales eléctricas en las cavidades cardiacas superiores (las aurículas) del corazón provoca un latido irregular y desigual. Sus consecuencias varían de un paciente a otro, pero tratarla a tiempo es fundamental para todos ellos.
Como se explica en la ‘Guía de práctica clínica ESC sobre el manejo de la fibrilación auricular: Información para pacientes’, con el tratamiento adecuado se puede llevar una vida normal y disfrutar de muchas actividades a pesar de vivir con FA. Pero para lograrlo es importante seguir un estilo de vida saludable que incluya actividad física regular, mantener un peso equilibrado y una dieta sana, controlar los niveles de colesterol, limitar el consumo de alcohol, evitar el tabaco y las drogas recreativas, mantener a raya el estrés y dormir bien durante la noche, además de tomar los medicamentos que se hayan prescrito. También es beneficioso unirse a un programa educacional estructurado sobre fibrilación auricular o a grupos de apoyo para los pacientes como afa-international.org y la Organización de Asociaciones de Pacientes FEC.
Para asegurar que todos los pacientes con FA reciben atención centrada en sus necesidades individuales, en la Guía ESC se recomienda la vía clínica AF-CARE. Esto significa:
[C]Manejo de comorbilidades y factores de riesgo. Tratar otras afecciones de salud que puedan causar o empeorar la FA o que afecten al éxito del tratamiento.
[A] Prevención del ictus y coágulos de sangre. Disminuir las posibilidades de desarrollar coágulos de sangre relacionados con la FA utilizando anticoagulantes en aquellas personas de riesgo.
[R] Reducción de los síntomas mediante el control del ritmo y la frecuencia. Tratamientos específicos para ayudar a manejar la FA o la conversión a ritmo cardiaco normal.
[E] Evaluación y reevaluación periódica. Atención que se adapta a los cambios de la FA a lo largo del tiempo para prevenir mejor las complicaciones.
Uno de los principales objetivos del tratamiento de la fibrilación auricular es reducir el riesgo de ictus. La FA es la causa de, aproximadamente, un quinto de todos los ictus conocidos, y también contribuye al daño cerebral que con el tiempo puede dar lugar a demencia.
A veces puede ser difícil identificar un ictus si los síntomas son sutiles, pero “PRISA” es una forma fácil de recordar los signos de un ictus:
PRonunciar: ¿puede la persona pronunciar de forma normal?
Intentar Sonreír: ¿puede la persona sonreír?
Alzar ambos brazos: ¿puede la persona alzar ambos brazos?
Si no es así, se requiere atención médica inmediata.
Otra consecuencia a largo plazo de la fibrilación auricular si no se trata es que los pacientes pueden desarrollar insuficiencia cardiaca, que causa dificultad respiratoria, ya que el corazón no puede bombear suficiente sangre para llevar a cabo las actividades diarias.
Encontrarás más información acerca de cómo aprender a vivir con la fibrilación auricular y evitar riesgos en la ‘Guía de práctica clínica ESC sobre el manejo de la fibrilación auricular: Información para pacientes’, que puedes descargarte en este enlace.