La nueva ley antitabaco puede llegar a reducir considerablemente las enfermedades cardiovasculares
- El tabaco es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población
- El 33% de las muertes por enfermedades cerebrovasculares, cardiopatía isquémica e insuficiencia cardíaca son debidas al consumo de tabaco
- El tabaquismo pasivo provoca más de 3.000 muertes anuales
- La Fundación Española del Corazón (FEC) apoya las medidas que ayuden a disminuir el consumo directo o indirecto del tabaco.
Diversos estudios indican que cada año mueren en España 55.000 personas por enfermedades cardiovasculares relacionadas con el consumo directo del tabaco y a esa cifra, habría que añadir las enfermedades producidas por la exposición al humo ambiental en personas no fumadoras. El tabaquismo pasivo provoca más de 3.000 muertes anuales. Por todo ello, la Fundación Española del Corazón (FEC) apoya la creación de medidas que ayuden a disminuir el consumo directo o indirecto del tabaco, como la futura ley que entrará en vigor a inicios de 2011 y que contempla, entre otros aspectos, el derecho a la protección de la salud de los trabajadores de la hostelería.
A pesar de que la actual ley antitabaco no ha influido de forma considerable en el consumo de esta sustancia, sí que se ha logrado reducir la exposición pasiva al humo del tabaco de un 50% un 20%, lo que ha disminuido la tasa de hospitalización por infarto de miocardio, según datos de un estudio realizado entre 2004 y 2006 por la la Agencia de Salud Pública de Barcelona en la región metropolitana de Barcelona, que comprende a 5 millones de residentes.
Diferentes estudios indican que tras la aplicación de la ley antitabaco en 2006, los empleados que trabajan en locales en los que se permite fumar han sufrido un incremento de nivel de nicotina en saliva de más del 20%. En la actualidad, hay un millón de trabajadores del sector de la restauración expuestos al humo del tabaco. Además, hay que tener en cuenta que la función pulmonar se desarrolla hasta los 22 años, por lo que la inhalación o exposición al humo del tabaco en la población joven puede hacer perder hasta 14 años de vida. Para la FEC es imprescindible la aplicación de medidas que favorezcan la creación de espacios sin humo, como la entrada en vigor de esta nueva ley, con la que se podrían reducir en un millar el número de muertes anuales de fumadores pasivos.
Para el Dr. Leandro Plaza, presidente de la FEC, la reducción del consumo de tabaco es imprescindible: “el tabaco es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población.”
Se calcula que el 33% de las muertes por enfermedades cerebrovasculares, cardiopatía isquémica e insuficiencia cardíaca son debidas al consumo de tabaco. El tabaco ejerce un gran efecto nocivo sobre el sistema cardiovascular, fundamentalmente por el aumento del ritmo de latido del corazón y de la tensión arterial, lo que favorece la aparición de arteriosclerosis, el desarrollo de trombosis y el aumento de las necesidades de oxígeno en el organismo. Todo ello supone una carga añadida para el corazón.
Además, el consumo de tabaco también provoca una reducción del calibre de las arterias coronarias, dificultando el riego del corazón. Existen componentes del humo del tabaco que han sido claramente incriminados como agentes perjudiciales para el sistema circulatorio. De estos, los que más relevancia tienen son el monóxido de carbono y la nicotina.
Para el Dr. Plaza “es importante tener unos hábitos de vida más saludables y uno de ellos es la reducción del consumo de tabaco”. Según la OMS, si no se cambia este hábito, en el 2030 morirán en el mundo 8 millones de personas por enfermedades relacionadas directamente con el consumo de tabaco.