La FEC recomienda que los niños con cardiopatías congénitas practiquen deporte en la mayoría de los casos
- Se recomienda que los niños con cardiopatías congénitas practiquen deportes siempre y cuando se realice un estudio previo de su salud cardiovascular y estén controlados por un cardiólogo
- Cada año nacen en España 4.000 niños con una cardiopatía congénita, patología que afecta a ocho de cada mil niños nacidos vivos
- En los últimos 30 años el diagnóstico prenatal ha aumentado la tasa de supervivencia de estos niños en un 60%
Las cardiopatías congénitas son malformaciones estructurales del corazón y de los grandes vasos que están presentes en el momento de nacer. Cada año nacen en España 4.000 niños que sufren una cardiopatía congénita, una patología que afecta a ocho de cada mil niños nacidos vivos. Afortunadamente, los avances en la medicina en las dos últimas décadas, entre ellos el diagnóstico prenatal, han supuesto que en la actualidad, un 85% de estos niños llegue a la edad adulta, mientras que en los años 80, la tasa de supervivencia era tan sólo de un 20%.
Tanto para las personas que tienen enfermedades cardiovasculares como para el resto de la población, el verano es el tiempo más propicio para la realización de ejercicio y deportes; sin embargo, es importante evitar las horas de máximo calor, protegerse adecuadamente del sol y beber líquidos suficientes para estar convenientemente hidratados. En cuanto a la alimentación, el verano debe ser una época proclive a fomentar el máximo consumo de frutas y verduras y reducir el consumo de grasas saturadas.
La mayoría de los niños que sufren cardiopatías congénitas pueden y deben llevar una vida lo más normal posible en todos los aspectos, sin embargo, en el verano hay ciertas recomendaciones a tener en cuenta, sobre todo a la hora de hacer ejercicio y deportes. Por ejemplo, tanto para niños con esta patología, como para el resto de la población, hay que evitar las horas de mas calor. Para el doctor José Manuel Guía Torrent, presidente de la Sección de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “el deporte recreativo suele ser muy recomendable para casi todos los niños con cardiopatías congénitas, sin embargo, deben evitarse los deportes competitivos, sobre todo en cardiopatías graves, con secuelas o sólo parcialmente corregidas. En cualquier caso, antes de realizar ejercicio se debe contar con el asesoramiento del cardiólogo pediátrico y, en ocasiones puede ser necesaria la realización de una prueba de esfuerzo para evaluar la capacidad funcional”.
En el caso de los niños que estén en tratamiento médico por su cardiopatía, siempre contarán con un informe médico y las recomendaciones oportunas de su cardiólogo. Según el Dr. Guía Torrent, “hay que tener especial cuidado en algunos casos, como con los niños que llevan tratamiento anticoagulante, sobre los que hay que extremar las precauciones para evitar golpes y heridas que podrían provocar mayores hemorragias, en estos casos sería conveniente evitar los deportes de mayor contacto físico. Otro ejemplo son los niños que llevan tratamiento con fármacos diuréticos, que les hacen orinar más y que en esta época, al perder más líquidos por el sudor, pueden precisar menores dosis para evitar deshidrataciones. Por último, hay algún fármaco empleado en el tratamiento de las arritmias, que puede ocasionar tatuajes con la exposición directa de la piel al sol, por lo que los niños deben estar suficientemente protegidos”.
El ejercicio físico siempre es aconsejable, ya que por una parte ayuda a los niños a completar su desarrollo motor y, por otra, les sirve para disminuir las patologías derivadas del sedentarismo y los malos hábitos nutricionales (obesidad, diabetes, etc.) que son el origen de la enfermedad coronaria del adulto y que debemos prevenir desde la infancia.
El verano es propicio, además, para la realización de actividades deportivas en el ámbito familiar como patinaje, baile, paseos en bicicleta o rutas a pie, natación, etc., así como para participar en campamentos. En este sentido, las asociaciones de padres de niños con cardiopatías congénitas organizan todos los veranos campamentos que cuentan con apoyo médico, psicológico y personal voluntario.