La Fundación Española del Corazón (FEC) organiza el V Foro de Salud Cardiovascular para Pacientes y Familiares, la conferencia del martes 16 de mayo tratará sobre un aspecto de vital importancia, qué hacer ante una emergencia cardiovascular cuando ésta se produce en el hogar.
Según explica el Dr. Francisco Javier Noriega Sanz, médico adjunto de la Unidad Coronaria del Hospital Clínico San Carlos, miembro de la FEC y encargado de dar la conferencia, "cada año se produce en nuestro país unos 30.000 paros cardiacos, de los que el 75% se producen en nuestro hogar. Una respuesta rápida y eficaz es primordial en estos casos, lo que pasa por una correcta educación a la población".
Así, desde la FEC queremos que se tengan claros los siguientes tres pasos:
1. Reconocer los síntomas: los principales síntomas que pueden significar que se está teniendo algún problema cardiaco son:
- Dolor torácico: cuando se presenta un dolor parecido a una opresión en el centro del pecho es posible que se esté sufriendo una angina de pecho o un infarto de miocardio. En muchas ocasiones el dolor se irradia a la mandíbula, el cuello o incluso al brazo izquierdo o a los dos brazos. "Si el dolor se produce con los esfuerzos o el estrés, es probable que se trate de una angina de pecho, mientras que cuando aparece en reposo o persiste tras realizar el esfuerzo, puede ser por un infarto", explica el Dr. Noriega.
En el caso de que el dolor torácico se presente muy intensamente y de forma brusca en el centro del pecho y este se irradia hacia la espalda, la mandíbula o el estómago, puede deberse a que se está sufriendo una patología de la aorta.
Por el contrario, un dolor torácico de aparición brusca y acompañado de una falta de aire o pérdida de consciencia transitoria puede ser señal de tromboembolismo pulmonar. - Disnea: la dificultad para respirar de que aparece de forma brusca es otra urgencia cardiológica. En el caso de un paciente que ya sufriera dificultades pulmonares previas o que haya pasado un catarro, lo más probable es que sea de origen pulmonar. "La disnea será de origen cardiovascular", explica el doctor, "cuando venga acompañada de dolor torácico, palpitaciones y/o hinchazón en las piernas los días previos".
- Síncope o pérdida de consciencia
- Crisis hipertensiva: es el caso de tener unas cifras de presión muy elevadas acompañados de mareos, cefaleas u otros síntomas. "Aun así, aunque no tengamos ningún otro síntoma, pero nuestra presión arterial esté por encima de 180/110 mmHg, deberemos avisar también acudir al centro de salud o servicios de emergencias, ya que estas cifras pueden provocar una angina de pecho o un ictus entre otras enfermedades", avisa el Dr. Noriega.
2. Llamar a emergencias: especialmente si se ha sufrido un infarto o un ictus, poner en alerta rápidamente al servicio de emergencias es esencial para maximizar las posibilidades de supervivencia y minimizar las secuelas. "En cuanto llamamos al 112 e informamos de un infarto, se pone en marcha un sistema conocido como 'Código Infarto', que permite que el paciente sea trasladado al hospital que mejor puede atenderle en este caso y que se le realice una angioplastia antes de las dos horas desde el inicio del mismo", afirma el doctor.
3. Realizar las maniobras de resucitación cardiopulmonar: en el caso de que se haya producido un infarto y tras haber llamado a urgencias es muy importante actuar y realizar las maniobras de resucitación. "Realizar el RCP salva vidas, pero solo el 10% de la población española es capaz de hacerlo", se lamenta el Dr. Noriega. Actualmente, según datos del Consejo Español de Resucitación Pulmonar, la supervivencia tras una parada está en el 5%, pero con la respuesta correcta y realizando RCP, ésta podría llegar a ser del 15%. Tras llamar a urgencias y comprobar que la persona desvanecida no responde, no tiene pulso y no respira, se deben iniciar las maniobras básicas de masaje cardiaco. Se deberán colocar las manos entrelazadas encima de la región central del pecho y proceder a la realización de 90 compresiones torácicas por minuto. Se recomienda que las personas no expertas realicen únicamente las compresiones torácicas y de la manera más sostenible posible, dejando la práctica de las ventilaciones (boca a boca) al personal experto. "Cada minuto que pasa sin actuar las posibilidades de recuperación disminuyen un 10%, hasta reducirse a la mitad el sexto minuto. Actuar en el menor tiempo posible es esencial para lograr la supervivencia", aclara el especialista.
Tras la conferencia del doctor, un Paciente Experto dará a conocer su experiencia tras sufrir un paro cardiaco y los asistentes podrán disfrutar de una merienda cardiosaludable.
Además del encuentro de hoy, los días 23 y 30 de mayo, la Casa del Corazón (Nuestra Señora de Guadalupe, 5) acogerá dos sesiones más sobre colesterol y riesgo cardiovascular, y sobre insuficiencia cardiaca y el corazón en la mujer, respectivamente.