Con motivo el próximo 14 de marzo de la conmemoración del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, la Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda que llevar una vida activa reduce el riesgo cardiovascular. En este sentido, dos recientes estudios observacionales han concluido que aquellos que ven poca televisión o son capaces de hacer 40 o más flexiones tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Una investigación presentada en la 68ª Reunión Anual del American College of Cardiology (ACC) ha concluido que las personas que dedicaban más horas a ver televisión tenían casi el doble de probabilidades de tener placa en las arterias y, por ello, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Otro estudio publicado en la revista científica JAMA indica que bomberos que fueron capaces de hacer 40 o más flexiones tenían un riesgo significativamente menor de enfermedad cardiovascular.
El Dr. Emilio Luengo, miembro del Consejo de Expertos del área de Actividad Física de la FEC, aclara que “ver poca televisión o ser capaz de hacer 40 o más flexiones no son predictores independientes de riesgo cardiovascular”. Lo que realmente ponen de manifiesto los resultados de estos dos estudios es que “los individuos que llevan una vida activa tienen menos riesgo cardiovascular que aquellos con una vida más sedentaria”.
En este sentido, la FEC recuerda que, a pesar de los conocidos beneficios de la práctica de ejercicio físico para la salud cardiovascular, el 38% de los españoles pasa la mayor parte de su jornada laboral sentado, según datos de la última Encuesta Nacional de Salud. En cuanto al tiempo libre, las cifras no son mejores, ya que el 37,8% de la población ocupa su tiempo libre de forma casi completamente sedentaria (leyendo, viendo la televisión o yendo al cine, etc.), siendo el sedentarismo en tiempo de ocio mayor en mujeres (41,9%) que en hombres (33,5%).
Recuperemos el estilo de vida mediterráneo
El Dr. Luengo remarca que “estilo de vida es un factor fundamental que contribuye o protege del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, y que frecuentemente se subestima”. Y en esta línea, el experto defiende el estilo de vida mediterráneo, que abarca no solo unos hábitos alimenticios saludables sino otros elementos relacionados con las costumbres, las tradiciones o el ocio.
Sin embargo, prosigue Luengo, “nuestra sociedad está cambiando. La gente hace mucho trabajo de oficina, pierde mucho tiempo en desplazamientos y llega a casa físicamente cansado sin haber hecho apenas ejercicio físico”. Por eso, concluye, hay que “aunar esfuerzos para revertir esta situación que es más destacada en las grandes ciudades”.
Entre los aspectos que conforman el estilo de vida mediterráneo se encuentran no solo la dieta mediterránea o la práctica de ejercicio físico de manera regular, sino también costumbres como la breve siesta, una condición más pausada y de menos estrés o el contacto frecuente con familiares y amigos.
Los factores de riesgo cardiovascular son los que se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular, entre ellos: colesterol, diabetes mellitus, hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y una mala alimentación. La FEC remarca que la suma de estos factores multiplica exponencialmente el riesgo de enfermedad cardiovascular.