La Comisión Europea (CE) acaba de adoptar una nueva regulación para limitar la cantidad de grasas trans en alimentos a un máximo de dos gramos por cada 100 gramos de grasa en alimentos. La Fundación Española del Corazón (FEC) aplaude esta decisión que venía reclamando, a través de la European Heart Network, desde hace años; en concreto desde 2015, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), prohibió el uso de este tipo de grasas al considerarlas una amenaza para la salud pública. La medida se aplicará en todo el mercado de la Unión Europea a partir del 2 de abril de 2021.
Hasta ahora, únicamente existía una normativa europea que limitaba la cantidad de ácidos grasos trans en preparados para lactantes y de continuación (no pudiendo superar el 3% del contenido graso total) y solo Dinamarca, Austria, Suiza e Islandia tenían establecido un marco legal que obligaba a la industria a limitar la cantidad de grasa trans utilizada en productos alimentarios, no pudiendo superar el 2%, como regula ahora la Comisión Europea.
La FEC califica esta nueva medida como una excelente noticia y recuerda que la evidencia científica demuestra que las grasas trans son las peores grasas para la salud cardiovascular, ya que aumentan los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos, y disminuyen los niveles de colesterol bueno (HDL).
Las grasas trans son de origen vegetal, pero están transformadas: mediante un proceso de hidrogenación pasan de un estado líquido a sólido, logrando así mejorar el sabor, la textura y la durabilidad de los alimentos cocinados o elaborados con ellas. La carne, la leche y los lácteos son los alimentos que de manera natural pueden tener grasa trans; es decir, que no toda la grasa trans es provocada por procesos tecnológicos, aunque ésta se encuentran principalmente en productos procesados.
Alimentación y salud
Con el objetivo de facilitar al consumidor una referencia para la identificación de los productos más saludables e incentivar a la industria a que desarrolle productos menos perjudiciales para la salud, la FEC cuenta con el Programa de Alimentación y Salud (PASFEC). Mediante esta iniciativa, la FEC otorga un sello distintivo a aquellos productos que cumplen los criterios establecidos por el comité científico de la fundación (entre los que se incluye una limitación de la cantidad de grasas trans, según el tipo de alimento) y para los productos que representan un beneficio respecto a los de su gama.
El PASFEC solo admite las grasas trans naturales procedentes de leche de rumiantes. Los lácteos se prefieren semidesnatados o desnatados.