¿Sabías que los españoles consumimos el doble de sal de lo recomendado? Un dato que tiene consecuencias muy negativas: más del 35% de la población de nuestro país es hipertensa. Por todo ello, restringir la sal de nuestra dieta es tan necesario como posible. Sigue leyendo y te contaremos cómo.
La sal que usamos para darle sabor a nuestros alimentos es una fuente de sodio, nutriente muy necesario para el organismo. Sin embargo, cuando se abusa de su empleo, la sal también aumenta los niveles de presión arterial, un efecto que si se produce de forma continuada puede causar hipertensión, provocar la aparición de enfermedades cardiovasculares y afectar el funcionamiento de otros órganos de nuestro cuerpo. No en vano, el 45% de los infartos y el 50% de los ictus están asociados al consumo excesivo de sal.
Según esto, ¿cuánta sal podemos ingerir sin que se convierta en un problema para la salud? La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 5 gramos de sal al día, una cantidad que duplicamos, según datos de la Sociedad Española de Hipertensión, y que además nos coloca en el segundo lugar de Europa de este peligroso ranking, solo por detrás de Portugal. La gravedad de la situación ha obligado incluso al Ministerio de Sanidad a presentar un Plan de reducción del consumo de sal.
Reducir el consumo de sal está en nuestras manos y es mucho más fácil de lo que en principio puede parece. Aquí te proponemos unos trucos sencillos que te ayudarán a conseguirlo:
- Al hacer la compra, evita los platos precocinados, los alimentos ahumados, aperitivos salados y las conservas. Lee las etiquetas de los productos y elige los que tienen menos de de 0,5 g o 500 mg de sodio por 100 g de alimento. No consumas aquellos que contengan estabilizadores o conservantes, como nitrito sódico o fosfato monosódico.
- Cuando cocines utiliza especias, limón, hierbas aromáticas, etc. Mejor opciones naturales que las salsas o aderezos manipulados.
- No pongas nunca el salero en la mesa.
Y además de la sal...
Llevar un estilo de vida saludable también es fundamental para conseguir unos niveles de tensión normales:
- Mantén el peso ideal.
- Practica una dieta cardiosaludable. Consume frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan y otros cereales. Y utiliza aceite de oliva como grasa principal e incrementa la ingesta de aves y pescado en detrimento de las carnes rojas.
- Cuidado con lo que bebes: el consumo de bebidas excitantes (café, té, etc.) y alcohol debe ser restringido.
- Ejercítate, camina a diario, haz natación o utiliza a menudo la bicicleta.
- Relájate. Evita las situaciones que te generen estrés y haz ejercicios de relajación (prueba con el yoga).
- Vigila tus cifras de tensión en casa. Y ojo, ten en cuenta que hay unas reglas básicas para medir la presión arterial de forma correcta.
- Además, si eres hipertenso y estás con tratamiento médico debes seguir al pie de la letra todas las indicaciones del especialista.
¿Te hemos convencido de los peligros de la sal? Si es así, comparte este post con tus amigos y contribuye a mejorar la salud de los que quieres.