Estudios recientes han demostrado que los niños que duermen una hora más por la noche mantienen un buen índice de masa corporal y reducen en un 36% sus posibilidades de padecer sobrepeso u obesidad infantil.
La obesidad infantil y los trastornos de sueño son vasos comunicantes, ya que resulta muy habitual que un niño con dificultades para conciliar el sueño presente sobrepeso, y viceversa. Según apuntan los investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn), dormir pocas horas afecta negativamente a las hormonas que regulan nuestro peso. Parece ser que las personas que duermen poco ven aumentada la producción de ghrelina (la que nos estimula a comer más) y disminuye la leptina (la que reduce el apetito). Además, aunque resulte obvio, hay que tener en cuenta que cuanto menos dormimos, menos ganas de ejercitarnos tenemos.
Este problema es especialmente preocupante en la pobalción infantil. La tasa de niños obesos o con sobrepeso en España (alrededor del 30%) es muy similar a la de aquellos que descansan mal. Para remediarlo, los expertos recomiendan los siguientes consejos:
- Los adultos tienen que dormir entre seis a ocho horas al día, y los niños, no menos de 10.
- Es importante que no haya televisiones, ordenadores, videoconsolas u otras distracciones en los dormitorios.
- No es bueno pasar demasiado tiempo leyendo en la cama.
- Tampoco es conveniente acostarse inmediatamente después de realizar una actividad que nos haya exigido mucha atención: estudiar, trabajar, ver un película, etc.
- Por supuesto, limitar el consumo de excitantes, como el tabaco, el café o el té, al menos seis horas antes de irse a la cama.
Y tú, ¿tienes problemas de sueño? ¿Afecta tu descanso a las ganas de comer? Déjanos tus comentarios.