Si bien la insuficiencia renal ocasiona ciertos problemas en la salud del corazón, por su parte, la enfermedad cardiovascular también puede dañar el estado de los riñones. Descubre cómo se produce esta peligrosa conexión entre estos dos órganos vitales y qué debes hacer para prevenirla.
Alrededor de 500.000 millones de personas en el mundo, y 40.000 en España, padecen alguna dolencia renal. Aquellas que sufren una enfermedad del riñón muy severa multiplican por 10 el riesgo de padecer episodios cardiovasculares, y a su vez, estas afecciones del corazón ocasionan más de la mitad de las muertes en enfermos renales crónicos, por encima de las patologías infecciosas.
Según, el presidente de la Sociedad Española de Nefrología, Dr. Alberto Martínez Castelao, "la enfermedad renal crónica, especialmente cuando entra en la fase III, es decir, cuando la función de los riñones cae por debajo del 60%, implica que nuestros pacientes padecen morbilidad vascular. O lo que es lo mismo, estos pacientes tienen más infartos, más enfermedad cerebral y vasculopatías periféricas... Todas las dolencias vasculares se concentran de forma importante en el paciente renal crónico".
El secretario general de la Sociedad Española de Cardiología, Dr. Julián Pérez-Villacastín, también aporta ejemplos de esta relación: "Cuando un paciente cardiópata presenta una insuficiencia cardiaca, esa situación puede dañar a los riñones y viceversa; la anemia, la hipercolesterolemia o la hipertensión arterial que padece el enfermo con insuficiencia renal daña a su vez al corazón".
La prevención como bandera
Mantener la presión arterial controlada es primordial para las personas que sufren algún problema renal y también cardiovascular. De ahí que sea fundamental llevar unos hábitos saludables para mantenerla en los niveles normales. El más importante de todos es el control de la sal en la dieta. Según el Dr. Pérez-Villacastín, reducir el consumo de sal a 3 gramos diarios "ayuda a nuestro corazón, y a la vez, al riñón, al cerebro y a todo el sistema cardiovascular". También es recomendable seguir otros sencillos consejos:
- Controlar el consumo de alcohol
- Llevar una dieta rica en legumbres, frutas y verduras
- Realizar ejercicio físico moderado
- Evitar el aumento de peso
- Abandonar el tabaco
La prevención nos permite protegernos antes las dolencias renales y cardiovasculares. ¿Por qué no compartes este post con más gente? Haz que conozcan los riesgos resultantes de no cuidar estos órganos vitales.