El etiquetado de los alimentos nos aporta una valiosa información a la hora de realizar la compra. Informarse para saber interpretar su contenido es imprescindible a la hora de elegir lo más indicado para nuestra salud.
Según la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), “el etiquetado de alimentos es el principal medio de comunicación entre los productores de alimentos y los consumidores finales, constituyendo una herramienta clave para permitirles realizar elecciones informadas sobre los alimentos que compran y consumen”. El Reglamento Europeo sobre Etiquetado de Alimentos, exige entre otras cosas, que éste incluya información sobre siete nutrientes esenciales: energía, proteínas, grasas, grasas saturadas, carbohidratos, azúcar y sal, expresados siempre por cada 100 gramos o mililitros.
Debemos ser más concientes de la importancia que tiene dedicar unos segundos a recabar información sobre el contenido o la composición de los productos que adquirimos en el mercado. Este gesto influye de manera directa en la mejor elección de un alimento, ya que conociendo el contenido podemos, por ejemplo, descartar aquellos que tengan más grasas o sodio, y así reducir o directamente evitar su consumo. Recordemos que la ingesta en exceso de alimentos con alto contenido en grasas saturadas pueden ocasionarnos ateroesclerosis, mientras la abundancia de sal puede dar origen a la tensión alta, factores ambos que pueden incidir negativamente en nuestra salud cardiovascular.
Aprender a leer las etiquetas
Recientemente, la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha puesto en marcha el Plan 'Cuidate+. Menos sal es más salud', una iniciativa para ayudar a la población a controlar el consumo de sal. Según esta institución, en España consumimos 9,9 gramos por persona al día, casi el doble de lo recomendado por la (5 gramos al día). Por ello, insisten en la importancia de estar informados sobre la cantidad de sal de los productos que tomamos. En su web han incluido un apartado específico para aprender a leer las etiquetas de los productos, un recurso que ayuda a conocer la composición nutricional de cada alimento y evitar aquellos cuyo consumo excesivo puede resultar perjudicial para nuestra dieta.
La web de Consumer Eroski también cuenta con un apartado muy amplio sobre etiquetado nutricional. Os recomendamos especialmente su artículo sobre cómo leer las etiquetas de los alimentos.
Más información de valor
Según el Consejo Europeo de Información sobre Alimentación (EUFIC), existen otros datos importantes que debemos tener en cuenta cuando hagamos la elección de los productos que incluiremos en nuestra cesta de la compra:
- Fecha de caducidad. Los alimentos perecederos (como las comidas y ensaladas precocinadas) no deben consumirse después de esta fecha, ya que podría suponer un riesgo para la salud.
- Instrucciones de manipulación. Algunos productos alimentarios tienen indicaciones específicas sobre su almacenamiento. No tenerlas en cuenta puede incidir en el desarrollo de bacterias que producen intoxicaciones alimentarias, como la salmonella y la listeria.
- Advertencias sobre alergias. Algunas etiquetas ayudan a los consumidores afectados a evitar esos alérgenos en caso de estar presentes.
Recuerda, el etiquetado debe estar presente en cada producto alimenticio que compres. Infórmate y compara antes de decantarte por uno. Piensa siempre si el producto elegido tiene una mejor relación calidad-precio con respecto a otro y decide siempre pensando primero en tu salud. Una actitud exigente con la cesta de la compra influirá en que tú y los tuyos os alimentéis mejor.