Un estudio realizado por la Universidad de Educación a Distancia (UNED) señala que las mujeres que no exteriorizan su ira sufren más problemas cardiovasculares que aquellas que sí consiguen expresarla y controlarla.
Cualquiera puede experimentar un sentimiento de ira en algún momento, pero no todos sabemos cómo controlarlo, y en ocasiones, incluso nos es difícil exteriorizarlo. Pues atentos, sobre todo las mujeres, porque darle salida a nuestra ira puede resultar mucho más saludable que reprimirla, según una investigación realizada Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). El estudio, titulado Salud cardiovascular en la mujer: el papel de la ira y su expresión, ha sido publicado recientemente en la revista Psicothema, y analiza cómo las diferentes formas de expresión de la ira (interiorizada, exteriorizada y controlada) afectan a la salud cardiovascular de la mujer.
Los resultados de esta investigación, que incluyó a 327 mujeres con una edad media de 35,4 años, apuntan a que la ira exteriorizada es mucho más sana que la interiorizada, aunque esta última se asocie con mayores niveles de presión sanguínea, de frecuencia cardiaca y una mayor secreción de adrenalina (entre otras reacciones fisiológicas), debido a que la recuperación hasta los niveles normales es más rápida que si se reprime. Las autoras del trabajo también concluyen que una correcta regulación de los sentimientos de ira (controlar el enfado y verbalizarlo dentro de parámetros normales) y la práctica de conductas preventivas pueden proteger a la mujer frente a la presencia de problemas cardiovasculares.
Ira y arritmias
Otro estudio publicado en 2009 en el Journal of the American College of Cardiology, concluía que la ira puede provocar arritmias cardiacas potencialmente letales en personas vulnerables. En la investigación realizada por la Universidad de Yale (Estados Unidos) participaron a 62 pacientes con enfermedad cardiaca portadores de desfibriladores implantables. Estos pacientes tenían que narrar un episodio de ira reciente mientras se les practicaba una prueba llamada T-Wave Alternans, la cual mide la inestabilidad eléctrica en el corazón. Los investigadores vieron que aquellas personas que tenían la mayor inestabilidad eléctrica inducida por la ira eran 10 veces más propensas a tener una arritmia ventricular.
Qué es la ira y cómo dominarla
Una vez demostrado que el control de la ira y su expresión racional resulta mucho más beneficioso para nuestra salud... ¡es tiempo de que nos ocupemos de ello! Además, las personas que están constantemente enojadas o que ante cualquier situación reaccionan de manera explosiva pueden ver perjudicadas sus relaciones con la familia, amigos, compañeros y todas aquellas personas que estén a su alrededor. La web Puleva Salud cuenta con un amplio y detallado apartado sobre la ira, en el cual la doctora Trinidad Aparicio Pérez, psicóloga especialista en infancia y adolescencia, explica en qué consiste este sentimiento, qué situaciones pueden desencadenarla, cómo controlarla y qué beneficios obtendremos si lo logramos.
Por todo ello, haz del buen humor una constante en tu vida. Y si estás enfadado, ¡manifiéstalo! Eso sí, teniendo siempre en cuenta que el control de la ira es fundamental para evitar que afecte a nuestra salud.