Sarah Hébert tiene 27 años, es deportista profesional... ¡y tiene implantado un desfibrilador! Ahora se ha propuesto llegar a ser la primera mujer en cruzar el Atlántico en una tabla de windsurf. Un gran ejemplo de superación personal que puede animar a muchos pacientes cardiovasculares.
Sarah Hébert era campeona de windsurf en 2008, cuando a la edad de 22 años y tras un chequeo médico de rutina, los médicos le diagnosticaron una arritmia cardiaca que requería la implantación de un desfibrilador. Como otros muchos pacientes, esta joven puso todo su empeño en recuperarse de la intervención, con la vista puesta en volver a encontrar el más alto nivel deportivo y regresar a la competición. Sarah lo consiguió, y a los dos meses de su regreso, se hizo con el Campeonato de Europa.
Conseguir una hazaña
Hébert, cuenta con una web personal y un blog donde va informando sobre su vida personal y deportiva. Tal y como cuenta en su blog, “esta prueba me ha hecho más fuerte, es una manera de impulsar mis límites físicos y mentales. Quiero enviar un mensaje: todos los sueños están a nuestro alcance s a pesar de las dificultades de la vida, ya que ¡con el corazón nada es imposible!”
Sarah Hébert posa con una radiografía en la que se distingue el DAI y con el traje de neopreno que usa en la competición. (FOTO: http://windsurf-transatlantic.com)
Esta joven francesa acumula un palmarés nada despreciable, pero además, en el año 2012 se ha embarcado en una empresa muy complicada: llegar a ser la primera mujer que cruza el Atlántico en solitario con una tabla de windsurf convencional. Hébert comenzó su odisea el 22 de febrero en Dakar (Senegal) y espera culminar el recorrido en 25 días, navegando una media de ocho horas diarias. Pero no estará sola en esta aventura, contará con la asistencia de dos marineros, su fisioterapeuta y un cámara que la seguirán muy de cerca en un catamarán de apoyo. La windsurfista abandonará su tabla solo para dormir e irá apuntando las coordenadas con un GPS para salir a la mañana siguiente desde el mismo punto.
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La vida con un DAI
Los pacientes portadores de un DAI pueden hacer una vida totalmente normal tras la recuperación de la intervención. Sin embargo, deben tener en cuenta algunas recomendaciones básicas:
- Seguir revisiones específicas y unas pocas precauciones, que les serán comunicadas por sus médicos.
- Evitar campos magnéticos intensos, incluidos los arcos detectores de metales.
- Llevar siempre encima la tarjeta de portador de DAI.
En nuestra web encontrarás un apartado dedicado al desfibrilador automático implantable (DAI), con una explicación detallada del tratamiento, en qué casos está indicado y cómo se realiza la instalación.
Y si quieres saber más, descarga gratuitamente Vivir con un DAI: manual del paciente, un libro de apoyo elaborado por profesionales cardiólogos y que ofrece toda la información necesaria para un paciente con desfibrilador y sus familiares.
Es probable que la inmensa mayoría de portadores de DAI no ambicionen emprender una aventura como la de Sarah Hébert, pero lo importante es que sepan que el cumplimiento del tratamiento médico y mantener unos hábitos saludables le permitirán disfrutar plenamente de la vida.