Cruda, frita o cocida, se trata de un ingrediente que da sabor a nuestros platos y aportar fibra, minerales y vitaminas. Sus características nutricionales la convierten en un alimento con propiedades digestivas, diuréticas, antisépticas y antioxidantes. Aquí te contamos más sobre la cebolla y te damos ideas para incluirla en tu dieta.
La cebolla contiene un alto contenido de agua y bajo aporte calórico, es rica en fibra (que ayuda a regular el tránsito intestinal), en potasio (que junto a su bajo contenido de sodio le confiere propiedades diuréticas), y presenta cantidades significativas de calcio, hierro, magnesio y fósforo. Además, las cebollas son ricas en vitaminas del grupo B, y contienen un aporte inferior de vitamina C y E, estas últimas, con efecto antioxidante. Según la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria en la cebolla hay fitonutrientes, como la quercetina, que son potencialmente beneficiosos para prevenir las afecciones cardiacas y la evolución celular cancerosa; y compuestos de azufre, como la saponina alicina que previenen las infecciones, el aumento del colesterol y la aparición de tumores.
En el siguiente vídeo del programa Para todos La 2, nos explican los tipos de cebolla que se consumen habitualmente en España y la diferencia que existe entre ellos. También escucharemos a la experta en nutrición, Eulàlia Vidal, que nos habla sobre las propiedades de este alimento clásico de la cocina mediterránea.
Ponla en tu mesa
Las verduras y hortalizas son esenciales para el mantenimiento de la salud del organismo, por ello deben estar presentes dentro de una dieta equilibrada, al igual que las frutas. Por esta razón, la cebolla no puede faltar en la alimentación. Hacerlo es muy fácil, ya que es un ingrediente que ayuda a realzar el sabor de las recetas y puede ser utilizada en de muchas formas: en sofritos para carnes o un pisto, en sopas, o consumirlas crudas en ensaladas.
La Fundación Dieta Mediterránea propone una receta sencilla y muy apetitosa para preparar en casa, con la cebolla como protagonista: la tarta de cebolla.
También puedes seguir paso a paso la preparación de unas deliciosas endibias con cebollas confitadas que propone Karlos Arguiñano.
Y para hacer que los más pequeños las coman con más facilidad, inclúyelas en las tortillas de patatas o córtalas en juliana muy finas cuando las agregues en las ensaladas crudas.
Aprende a elegirlas y conservarlas
Para elegir la mejor cebolla hay que fijarse en las que no tengan manchas o el cuello blando, y descartar las que estén húmedas. Para lograr un buen estado de conservación hay que colocarlas en un lugar fresco y seco; y si al utilizarla sobra un poco, mejor envolverlas en papel film y guardarlas en el frigorífico para que no pierdan sus propiedades.