Las propiedades nutricionales de la sardina son incuestionables, pero un grupo de investigadores españoles quiere ir más allá y comprobar si una dieta rica en proteínas con este pescado azul puede mejorar el control metabólico en pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
‘Pilchardus’, es el nombre del proyecto del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Ciberdem), coordinado por el Dr. Ramón Gomis, y que quiere poner a prueba la hipótesis de que una dieta rica en proteínas de sardinas puede mejorar el control metabólico de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2, ya que ayudaría en la regulación de la sensibilidad a la insulina y la homeostasis de la glucosa. Los resultados de esta investigación que se encuentra en proceso, podrían dar aún más valor a las ya destacadas y conocidas propiedades nutricionales de este pescado azul.
La sardina es una gran fuente de vitamina B12, vitaminas liposolubles como la vitamina A, y cantidades muy significativas de vitamina D, calcio (presente en la espina), selenio, yodo y fósforo. Además según la Fundación Española de Nutrición “el aporte de ácidos grasos poliinsaturados omega 3, por una ración, casi duplica los objetivos nutricionales recomendados para la ingesta diaria de la población. Las proteínas, de alto valor biológico, suponen una significativa contribución a la ingesta diaria de las mismas”. Estos ácidos grasos Omega 3 juegan un papel muy importante en la prevención de las enfermedades por lo que su consumo dentro de una dieta equilibrada es indispensable.
Cómo consumirla
La sardina forma parte importante de la dieta mediterránea y la mejor época para consumirla es entre los meses de mayo y octubre. La ingesta recomendada de pescado es de 3-4 raciones a la semana (una ración equivale a 125-150 g, 1 filete individual).
Consumirlas durante el embarazo y la lactancia e incluirla en el menú de los niños es muy importante debido al aporte nutricional que ofrece.
Tal y como se indica en el libro ‘El pescado en la dieta’, editado por la Consejería de Sanidad y Consumo de Madrid, las sardinas enlatadas son una buena fuente de calcio debido a que consumimos sus espinas.
En este vídeo Para todos La 2, de RTVE, la nutricionista Eulalia Vidal habla sobre sus propiedades y da algunos consejos para preparar este tipo de pescado.
Reconoce si el pescado es fresco
Recuerda que comprar pescado debes tener en cuenta algunas características que indican si el producto es fresco y si está en buenas condiciones para el consumo. Fíjate en lo siguiente:
- Que tenga los ojos claros y brillantes
- Que sus colores sean limpios y vivos
- Que las agallas sean rojas, brillantes y sin mucosidad
- Que las escamas tengan un color tornasolado
- Que su carne está firme
- Que su olor sea a mar y algas
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La falta de tiempo suele ser una excusa para no preparar este alimento en casa, pero no podemos perdernos todos los beneficios que aporta a nuestro organismo. Incluir en nuestra dieta es fundamental, y algo más importante en tiempo de crisis, es un producto del mar que suele ser muy económico. Así que, ¡no te olvides de las sardinas!