Esta fruta refrescante, de sabor dulce y fácil digestión, está compuesta por un 90% de agua y solo un 6% de azúcares. Su consumo está recomendado en dietas de control de peso por su escaso valor calórico y su importante aporte de fibra necesaria para regular la función intestinal. Conoce más sobre este alimento.
Su nombre proviene de la palabra griega 'melon' que significa 'manzana grande' porque los primeros melones que existieron tenían un tamaño similar a de esta fruta. Todavía se debate sobre su origen, se cree que es nativo de África, India y Asia occidental. Las referencias históricas más antiguas que se conocen son pinturas de melones que fueron encontradas en algunas tumbas egipcias en el 2400 a. de C. La variedad llamada cantalupo es oriunda de Armenia, pero tomó este nombre de un pueblo cerca de Roma donde se cultivó por primera vez en el siglo XVI.
Multivitamínico
Su aporte de vitaminas merece la pena destacarlo. Cien gramos de pulpa aportan el 50% de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, necesaria para prevenir y resistir las infecciones así como agilizar la cicatrización de las heridas. También aporta vitaminas del grupo B como el ácido fólico, y gran cantidad de betacarotenos que favorecen el bronceado y actúan como precursores de la vitamina A, la cual tiene un gran poder antioxidante y es necesaria para laprevención de determinados cánceres, enfermedades cardiovasculares y la degeneración macular. A su vez, la vitamina A también es indispensable para el mantenimiento de la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, y para que funcione correctamente el sistema inmunológico.
Apto para diabéticos
Esta fruta refrescante, de sabor dulce y fácil digestión, está compuesta por un 90% de agua y solo un 6% de azúcares, mucho menos que la mayoría de las frutas que contienen entre un 10-25%. Por ello, es un alimento apto en los menús para diabéticos y muy recomendado en dietas de control de peso por su escaso valor calórico y su importante aporte de fibra necesaria para regular la función intestinal.
Diurético y rehidratante
La naturaleza es sabia y por ello en verano nos brinda una fruta que, por su alto contenido en agua y sales e potasio, actúa como un diurético natural que ayuda a reducir la retención de líquidos favoreciendo su eliminación. A esto hay que sumarle que ayuda a activar la circulación y facilita la evacuación de toxinas mejorando la función renal, reduciendo la hipertensión, previniendo otras afecciones circulatorias y coronarias, y mejorando los síntomas de enfermedades como el reuma o la gota. No obstante, tienen que restringir su consumo aquellas personas que padecen insuficiencia renal, pues un exceso de líquidos podría agravar su enfermedad.
El melón también resulta un buen alimento para recuperar el líquido perdido a causa del exceso de sudoración por el calor, por estados febriles o diarreas estivales. Además, con su ingesta se obtiene una buena dosis de minerales como fósforo, hierro, potasio, calcio y magnesio.
Más calidad si es hembra
A pesar de su alto contenido en agua, el melón puede resultar indigesto si no está suficientemente maduro. Por ello hay que saber escogerlo bien, debe ser pesado, duro, sin marcas ni magulladuras y que desprenda un aroma dulce. Si es posible, es mejor elegir el melón hembra, ya que suele ser más dulce y sabroso; lo distinguirás porque el rayado de su piel forma círculo concéntricos, en cambio en el macho es longitudinal y va de extremo a extremo. Si empieza a amarillear y al tocarlo está blando o pegajoso es signo de excesiva madurez o que comienza a pasarse.
Por otro lado, también debemos cuidar su conservación. Se trata un alimento muy frágil dada su capacidad de absorber el sabor y el olor de otros alimentos. Una vez abierto debe guardarse en el frigorífico envuelto en film transparente o dentro de un recipiente hermético.
Protege el corazón
El melón contiene adenosina, una sustancia con efecto anticoagulante que ayuda a prevenir la trombosis, la angina de pecho y los infartos cerebrales. A su vez contiene vitaminas del grupo B que favorecen la relajación del sistema nervioso, serenan la mente y mejoran el sueño. En el caso de las personas que abusan de sustancias tóxicas como el tabaco o el alcohol, toman algún fármaco de manera crónica o realizan una actividad física intensa, el melón resulta un buen aliado ya que en todos estos casos se puede dar un déficit de vitamina C, nutriente que aporta esta fruta. Todas estas aportaciones consiguen que el corazón funcione mejor y esté protegido frente a posibles enfermedades.
¿Sabías que...?
- El melón calma y tonifica la piel, así que una mascarilla con su pulpa como base se utiliza como tratamiento facial para eliminar las impurezas y combatir las manchas y el acné.
- Las semillas de melón crudas y molidas son un remedio muy eficaz para eliminar las lombrices intestinales.
- Pertenece a la familia de las cucurbitáceas, la misma a la que pertenecen el pepino, el calabacín o la calabaza, por lo que se considera una hortaliza aunque siempre la hemos tratado como fruta. De hecho resulta curioso su particular sabor a pepino cuando todavía está verde.
- Es ideal tanto para platos dulces como para macedonias, mermeladas, sorbetes o en platos salados.
Autora
Marta Figueras. Nutricionista
Artículo publicado en el número 77 de la Revista 'Corazón y Salud'