Es el centro de muchos hogares, la alternativa de ocio más consumida en España y, más veces de lo recomendable, la 'niñera' de los chavales, que la ven más de lo debido. Pero, ¿cuánta televisión es recomendable? Los especialistas se pronuncian
En lo más profundo de la crisis económica que nos azota desde 2008 hay un dato singular: el consumo de televisión en España no hace más que crecer, marcando récords mes tras mes. Enero de 2013 no ha sido una excepción. Ha sido el segundo mes de mayor consumo televisivo de la historia, solo por detrás de noviembre de 2012. Y las cifras son escalofriantes. Cada español ve, de media, 268 minutos de televisión al día. O, lo que es lo mismo, 4 horas y 28 minutos. Una barbaridad.
Por edades, los mayores de 65 años son los mayores consumidores de televisión. Pero los niños también ven la tele en exceso. Según el panel Eurodata TV Worldwide de la consultora Mediamétrie, los niños españoles de entre 4 y 12 años pasan una media de 2 horas y 38 minutos al día frente a la tele; un 11,2 por ciento más que hace solo siete años. Mucho tiempo, a juicio de los expertos. «Demasiado», como indica el psicólogo estadounidense Aric Sigman, un especialista en la materia.
En un estudio publicado por la revista británica Archives of Disease in Childhood, Sigman asegura que la obsesión de los menores por los videojuegos, la televisión y los ordenadores está causando daños en el desarrollo infantil que, a largo plazo, acabarán provocando problemas físicos en los menores. Para Sigman, los efectos negativos de la televisión en la salud comienzan cuando uno permanece sentado más de dos horas frente a ella. El psicólogo apunta fundamentalmente cuatro: «Los niños que ven mucho la televisión tienen mayor riesgo de obesidad que los más activos. Tienen todas las papeletas para sufrir problemas cardiacos a largo plazo. Y, además, estos niños tenderán a sufrir déficit de atención y problemas de empatía».
¿Como evitarlo? Sigman es partidario de que los niños no tengan ningún contacto con la televisión hasta los tres años de edad y que dediquen todo el tiempo a interactuar con sus padres, y que solo la vean a partir de los tres años, empezando por un ratito (15 minutos) e incrementando gradualmente el tiempo de permanencia frente a ella, pero nunca superando las dos horas al día. En la misma línea de Sigman está el Departamento de Salud de EE.UU., para el que es una prioridad que los niños de cero a dos años no vean la televisión y que el tiempo de exposición de jóvenes y adultos no supere las dos horas al día.
¿Es realista aislar a los niños de la tele cuando esta lo impregna todo? «El simple hecho de plantearlo va contra la realidad –apunta Jordi Pou, coordinador de seguridad y prevención de la Asociación Española de Pediatría–. A los niños no se les puede aislar del mundo. Lo que hay que hacer es controlar el tiempo que dedican a mirar una pantalla, ya sea la de la televisión o el ordenador, y los contenidos que consumen»
¿Y cuál es tiempo correcto? No más de media hora cuando se trate de niños muy pequeños y no más de dos horas para los mayores de tres años, a juicio de este especialista. La mayoría de los pediatras y psicólogos españoles coinciden en dos aspectos fundamentales: hay que controlar el tiempo que los menores pasan frente a la televisión y ser estrictos en su cumplimiento, y vigilar los contenidos que ven. Y eso lleva a una conclusión inmediata: nada de televisiones en las habitaciones de los niños. «La habitación es un lugar de juego y, sobre todo, reposo y ahí –asegura Pou– no cabe una tele».
Seis técnicas para aprender a usar la televisión
1. Escoge programas adecuados a cada edad
Los niños aprenden de lo que ven y, con dos años ya manejan el mando a distancia con soltura, por eso es tan importante elegir espacios para su edad pero que les interesen. En niños pequeños, los mejores son los que les inspiran a hacer sonidos, decir palabras, cantar o bailar. Y los que enfatizan la interactividad.
2. Limita el tiempo que ve la televisión el niño
La Asociación Española de Pediatría recomienda un máximo de media hora al día para los niños menores de tres años y hasta dos horas, como muchísimo, para los más mayores. Eso incluye todo el tiempo frente a una pantalla, ya sea de televisión, ordenador, consola, tableta o teléfono móvil.
3. Permítele que vea programas, pero no la televisión
No enciendas la televisión para ver qué ponen; consulta las parrillas de televisión para elegir previamente un contenido adecuado a la edad del niño. Otra opción es grabar programas que le gusten para que los vea a la hora que más os convenga, y no cuando los pongan en televisión.
4. Enseña a tu hijo a ser crítico con lo que ve
Anima al niño a apagar la tele si lo que ve no le gusta. Eso evitará que se trague espacios indeseados. Enséñale a distinguir entre el programa en sí y los anuncios, aclarándole qué es cada cosa. Anímale a hacer preguntas sobre lo que está viendo y a relacionar lo que está ocurriendo en la televisión con su propia vida.
5. Siempre que te sea posible, ve la televisión con él
La tele no es una niñera ni un método para que el niño esté callado. Según un estudio estadounidense, los niños que ven la televisión con sus padres tienen mejor rendimiento escolar que los que la ven solos. Ver la tele juntos le permite al niño, e incluso al adolescente, preguntar lo que no comprende.
6. Amplía el contenido del programa con otras actividades
Si tu hijo ve, por ejemplo, un capítulo de Dora la exploradora en la que hablan del número 3, muéstrale después el número o asócialo con cosas comunes del tipo «hoy comemos papá, mamá y Sofía, que somos tres». En niños más mayores, asocia lo que ven con libros o con actividades fuera de casa.
Autor
Mercedes Parra Gil
Artículo publicado originalmente en el número 107 de la revista 'Salud & Corazón'.