Bruno García, cardiólogo, miembro del grupo de investigación de Patología cardiocirculatoria del VHIR y regatista, acaba de dar la vuelta al mundo en su barco, We are water, apoyando la rehabilitación cardiaca. Alcanzó, junto a su hermano Willy, el quinto puesto de la Barcelona World Race.
Pregunta: Hace poco más de un mes concluyó con éxito la aventura de dar la vuelta al mundo en su barco, We are water. ¿Cómo describiría la experiencia?
Respuesta: Es difícil describir la experiencia en su totalidad, son tres meses de regata más dos de preparación. La definición corta más exacta a mi modo de ver es la de una pequeña transgresión en nuestro orden vital para explorar los océanos del mundo y a uno mismo. En cuestión de tiempo es un poco express, pero es lo máximo que me permito por la familia y el trabajo. Lo más positivo es que aún es posible y que aún no estamos tan locos como para perder este tipo de oportunidades que nos brinda la vida. Lo más negativo es que no pueda ser fácilmente "exportable" a todo el mundo y que no es fácil que todo coincida en ayudarte a realizar proyectos de esta envergadura.
P: ¿Qué le llevó a embarcarse en esta aventura?
R: Pues es algo que llevas dentro, una determinación que sientes, tiene muy poco de racional y mucho de inexplicable. Supongo que cuando uno en la infancia lee libros de aventuras y grandes navegantes corre el riesgo de soñar con estas cosas y querer realizarlas y sentirlas. Desgraciadamente no engaño a nadie si digo que el interés es muy egoísta, quizás es un instinto animal el del hombre de recorrer su madriguera, ello no quita que es una gran plataforma para relacionar la exploración de los océanos y la investigación cardiovascular. Mi día a día es navegar por las arterias y mi afición es combinarlo con las de los mares y océanos. El instinto del investigador es el mismo que el del explorador y yo procuro defenderlo y potenciarlo, así me parece que avanza la humanidad.
P: Llevó en su barco el logo la Fundación Española del Corazón, apoyando la rehabilitación cardiaca en todo el mundo. ¿Es la rehabilitación cardiaca una asignatura pendiente?
R: Sin ninguna duda. He reflexionado mucho viendo el logo tantos días y noches bajo las estrellas y creo que por padecer una enfermedad del corazón no debemos renunciar a la integración física y funcional de las personas en nuestro medio, a menudo excesivamente hostil con los enfermos.
P: Como cardiólogo amante del deporte, ¿por qué recomendaría el ejercicio a sus pacientes?
R: El deporte, sobre todo no competitivo, es ya conocido que es bueno para nuestro cuerpo y mente en general. El corazón, al tratarse de nuestro motor y reloj biológico, agradece que se le mantenga en marcha a pesar de la edad y las enfermedades. Los cardiólogos recomendamos ejercicio, quizás nos falte el soporte para que el enfermo tenga mejor acceso al mismo.
P: ¿Qué aconsejaría a un cardiópata antes de practicar cualquier deporte?
R: Obviamente que sea un cardiólogo experto, y digo lo de experto porque yo mismo no soy ningún experto en rehabilitación, el que le recomiende qué hacer y las pruebas y controles necesarios. Cada paciente y patología debe individualizar su pauta "deportiva".
P: ¿Repetirá la experiencia de la Barcelona World Race?
R: Por ahora voy a intentar asimilarla y compartirla que no es poco. Ha supuesto un esfuerzo muy grande de familia y compañeros así que me debo a ellos en estos momentos