La grasa abdominal es más dañina para la salud que la obesidad general. Al menos asi lo muestran algunos estudios. El 75% de los infartos de miocardio los causa el sobrepeso.
El exceso de barriga, conocida de forma hasta simpática como ‘barriga cervecera’, puede traerle más problemas de salud de los que se imagina. Un reciente estudio publicado en la revista Heart concluye que las personas con obesidad abdominal tienen el doble de posibilidades de sufrir una parada cardíaca inesperada –lo que comúnmente se denomina como ‘muerte súbita’– que las personas que no la tienen. El estudio también concluye que la obesidad abdominal influye mucho más en la enfermedad cardiovascular y en otras enfermedades que la obesidad general.
Los investigadores consideran que el mejor modo de medir la obesidad abdominal es averiguando el índice cintura/cadera (ICC), que resulta de dividir el perímetro de la cintura de una persona por el perímetro de su cadera. Este índice –explican los autores del estudio– es un método más fiable para medir el riesgo de infarto relacionado con la obesidad que el índice de masa corporal (IMC) o el perímetro de la cintura (PC). La investigación publicada en la revista Heart siguió durante 12 años a casi 15.000 participantes. En ese periodo, se produjeron 253 episodios de muerte súbita, el 80 por ciento de ellos entre personas con un ICC elevado.
Peligro de infarto
“La obesidad abdominal es un índice de grasa visceral, y esta grasa está asociada a mayores alteraciones metabólicas en forma de intolerancia a la glucosa, disminución de la sensibilidad a la insulina, alteración del perfi lipídico así como una mayor influencia en los procesos inflamatorios que la grasa acumulada en otras áreas, lo que lleva a un aumento del riesgo cardiovascular”, explica el doctor Ángel Moya, presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Además, aumenta la sobrecarga hemodinámica, que puede acarrear hipertrofia del ventrículo izquierdo, y el riesgo de sufrir arritmias.
Según la OCDE, la obesidad es un fenómeno cada vez más preocupante: en nuestro país uno de cada seis adultos la padece, y provoca 28.000 muertes al año. La solución, según el doctor Moya, pasa por incrementar las campañas de prevención y regular, de forma estricta, los alimentos.
¿Cómo medir?
El ICC se obtiene de dividir el perímetro de la cintura por el perímetro de la cadera. Se considera que existe obesidad abdominal cuando el valor resultante es superior a 0,8 en mujeres y a 0,95 en hombres. Este índice es más fiable a la hora de medir el riesgo cardiovascular que el índice de masa corporal (IMC), que se obtiene de dividir el peso en kilos entre la estatura en metros al cuadrado. Según la Organización Mundial de la Salud, si el resultado es igual o superior a 25, hay sobrepeso. El estudio de la revista Heart muestra que un IMC elevado aumenta un 34% el riesgo de muerte súbita. Con un ICC alto, el riesgo se dispara al doble.
Artículo publicado por Lucas G. Pérez en el número 116 de la revista 'Salud y Corazón'