Hay personas que las describen como “un vuelco al corazón”. Otras, lo que perciben son latidos más fuertes de lo habitual o cambios de ritmo. Es así como se presentan las extrasístoles, que en realidad son contracciones cardiacas prematuras, independientes del ritmo cardiaco habitual. Aunque también pueden pasar totalmente desapercibidas para quienes las sufren. En este último caso, su diagnóstico se realiza de forma casual, por ejemplo al realizar un electrocardiograma. Pero, ¿qué nos indican?
Como explican los cardiólogos, cuando las extrasístoles se dan en un corazón sano no tienen consecuencias. Sin embargo, en algunos casos son un signo más de una cardiopatía, por lo que es necesario hacer algunas pruebas para descartar una patología cardiaca. Un Holter, un ecocardiograma o una prueba de esfuerzo serán suficientes para saber si esos latidos cardiacos que se adelantan se deben a una enfermedad o no revisten ninguna importancia, como ocurre en un alto porcentaje de los casos.
Hay dos tipos de extrasístoles, que se distinguen por la zona del corazón donde se originan: pueden ser supraventriculares o ventriculares. En ambos casos, quienes las padecen pueden notar palpitaciones o sensación de que falta un latido. Este efecto está motivado por la pausa que aparece después de que se presente la extrasístole, que provoca que el siguiente latido sea más fuerte. En cuanto a sus causas, generalmente no se encuentra ninguna salvo cuando las extrasístoles están asociadas a una enfermedad cardiaca, por ejemplo la cardiopatía isquémica.
Tratamiento
Cuando en las pruebas diagnósticas se encuentra una patología que está provocando las extrasístoles, es necesario tratarla. Sin embargo, en las personas en las que no se identifica ningún motivo, las extrasístoles desaparecen normalmente de manera espontánea, por lo que no es necesario ningún tratamiento. Tan solo en los casos muy sintomáticos, en los que el paciente nota las extrasístoles con frecuencia, se pueden indicar fármacos betabloqueantes.
Respecto al ejercicio, cuando se trata de extrasístoles benignas que no responden a ninguna patología, quienes las padecen pueden realizarlo sin ninguna restricción.