Según la 10ª edición del Atlas de la Diabetes, España es el segundo país de Europa con más número de personas con diabetes. Una realidad que puede tener graves consecuencias para la salud cardiovascular. De hecho, la diabetes es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar problemas de corazón y del sistema circulatorio, y duplica la posibilidad de padecer una enfermedad cardiaca en comparación con quienes no padecen diabetes.
Y es que, aunque esos efectos no se limitan a dañar el corazón, el músculo cardiaco es uno de los principales afectados. Como explica la doctora Almudena Castro en este artículo, la diabetes es una enfermedad vascular, que afecta a las arterias, y por eso todos los órganos sufren sus consecuencias (los ojos, el riñón, el corazón…). En el caso concreto del corazón, además de la afectación de las arterias coronarias (las que llevan la sangre al músculo cardiaco), hay una afectación directa del músculo cardiaco que puede producir pérdida de fuerza del corazón, la llamada miocardiopatía diabética.
La buena noticia es que es posible prevenir la diabetes tipo 2 y sus consecuencias.
Cómo combatir, y prevenir, la diabetes
La mejor herramienta contra la diabetes es la prevención. Pero incluso quienes ya la padecen pueden lograr reducir sus efectos. Manteniendo un buen control de los niveles de azúcar y del resto de factores de riesgo, el riesgo cardiovascular puede minimizarse hasta asimilarlo al de una persona sin diabetes. Así lo demostró el estudio Risk factors, mortality and cardiovascular outcomes in patients with Type 2 Diabetes, publicado en New England Journal of Medicine, donde se comprobó que mantener a raya todos los factores de riesgo cardiovascular en un paciente con diabetes permite reducir de forma muy importante el riesgo de desarrollar complicaciones, igualándolo al de la población sin diabetes si se consigue mantener a largo plazo este buen control.
De ahí que quienes ya padecen la enfermedad deban seguir una serie de recomendaciones que ayudan a prevenir las posibles consecuencias cardiovasculares. Estas mismas recomendaciones son válidas para evitar que aparezca la diabetes tipo 2, por lo que seguirlas es la mejor arma contra esta patología:
- Alimentación saludable y equilibrada. Incluir en el menú diario verduras y hortalizas y en el semanal, legumbres y pescados, es clave. Igualmente conviene priorizar los alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra, evitando consumir carnes muy grasas o sustituirlas por carnes magras. Además, es importante reducir la ingesta de azúcares y de hidratos de carbono, en especial los de alto índice glucémico, y evitar en lo posible el consumo de alcohol. De esa forma podremos controlar los niveles de glucosa en sangre.
- Practicar ejercicio de forma frecuente. El sedentarismo es una de las causas de la aparición de la diabetes tipo 2, por lo que resulta vital evitarlo practicando deporte (al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad intensa, lo que serían al menos entre 75 y 150 minutos semanales).
- Dejar de fumar. Abandonar el tabaco es igualmente una buena estrategia para evitar tanto la aparición de la diabetes – se calcula que los fumadores tienen entre un 30 y un 40% más probabilidades de padecer diabetes tipo 2 que los no fumadores- como para prevenir complicaciones derivadas de la diabetes.
Además de estas tres recomendaciones, en quienes ya padecen la enfermedad pueden ser necesarios fármacos que el médico pautará en cada caso.