En España, cada año miles de personas superan un infarto. Y para la mayoría de ellos, su principal preocupación tras sufrir este evento cardiovascular que aparece por un riego sanguíneo insuficiente debido a la obstrucción de una arteria es si volverá a ocurrir. La respuesta de los expertos es que la expectativa de vida si se consiguen controlar los factores de riesgo cardiovascular es muy alta. Pero para lograr controlar esos factores hay que ser consciente de que será necesario cambiar hábitos de vida poco saludables y cuidar así la salud cardiovascular.
Entre esos hábitos que contribuyen a mejorar la salud del corazón se encuentran seguir una dieta saludable, practicar ejercicio físico, abandonar el tabaco si se es fumador, reducir el consumo de alcohol y cuidar el bienestar emocional.
Dieta saludable
Seguir una alimentación sana y equilibrada evitando grasas saturadas y trans, así como la sal y el azúcar, es clave para controlar la hipertensión, los niveles de colesterol, el azúcar y la obesidad. Las frutas, verduras y hortalizas, así como el pescado, los cereales integrales y las legumbres, figuran entre los productos que deberíamos consumir con más frecuencia, combinados con algunas porciones de carne magra a la plancha y aceite de oliva.
Ejercicio
Practicar ejercicio físico con frecuencia es una de las principales recomendaciones de los cardiólogos, siempre que se intente no sobrepasar nuestros niveles máximos de frecuencia cardiaca y se consulte previamente con el especialista para saber si estamos en buenas condiciones físicas, lo que significa que ya tenemos una fuerza de bombeo normal y no hay arterias coronarias obstruidas. La recomendación más habitual es comenzar con media hora de ejercicio físico moderado diario y a partir de ahí, ir aumentando lo que podamos.
Reducir el consumo de alcohol
El alcohol en grandes cantidades o de alta graduación está desaconsejado, ya que tiene su repercusión en la salud cardiovascular, incrementando algunos de los factores de riesgo cardiaco. Por eso se recomienda evitar las bebidas alcohólicas.
Adiós al tabaco
En caso de que se sea fumador, dejar de fumar es otra recomendación fundamental para cuidar la salud cardiovascular. El tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca, además de contribuir a la ateroesclerosis, conocida como la enfermedad de las arterias.
Salud emocional
Evitar la ansiedad y el estrés es importante porque influyen de forma negativa en la enfermedad cardiovascular. Procurar replantearse el día a día para tomarse la vida con más calma tendrá efectos positivos en nuestro corazón.
La clave: rehabilitación cardiaca
La rehabilitación cardiaca es una herramienta muy importante para controlar todos los factores de riesgo. Se trata de un programa preventivo global que lleva a cabo un equipo multidisciplinar para que, la persona que ha tenido un evento cardiovascular, vuelva a reintegrarse a una vida completamente normal y, si es posible, que no vuelva a tener ningún evento cardiovascular.
A través de ella se enseña a hacer ejercicio físico adaptado a la condición cardiológica y global de cada persona, además de a llevar un control estricto de todos sus factores de riesgo. Estos programas incluyen formación del paciente, entrenamiento con ejercicios, modificación de los factores de riesgo, evaluación psicosocial y evaluación de resultados.
Aunque se desarrolla predominantemente en unidades de rehabilitación cardiaca de hospitales y de algunos centros de salud, actualmente es posible seguirlos desde el domicilio gracias al programa Aula Abierta RC, un programa de acceso totalmente gratuito y online que sirve de herramienta para la rehabilitación cardiaca e incluso para la población general que quiera cuidar sus factores de riesgo cardiovascular.