En muchas ocasiones, la dificultad para el aporte de sangre al pene se debe a la existencia de placas de aterosclerosis en las arterias que lo nutren.
En muchas ocasiones, la dificultad para el aporte de sangre al pene se debe a la existencia de placas de aterosclerosis en las arterias que lo nutren.
Este mecanismo es el mismo que produce la enfermedad coronaria, ya que las arterias también son las encargadas de aportar la sangre al músculo cardiaco o miocardio. De hecho, los factores de riesgo de la impotencia son los mismos que de la enfermedad coronaria, es decir, hipercolesterolemia (alto nivel de colesterol en sangre), la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, etc.
Se ha comprobado que muchos enfermos coronarios padecen impotencia. La aparición de la disfunción eréctil aumenta con la edad, probablemente por las mismas razones que las enfermedades cardiovasculares. Además, es cierto que algunos medicamentos frecuentes en enfermos con cardiopatías pueden producir algún tipo de trastorno sexual.
Lo más recomendable en estos casos es tratar el trastorno en una Unidad de Rehabilitación Cardiaca y consultar al especialista que será quien, si lo cree necesario, recurrirá a algún medicamento que sea compatible con su enfermedad principal y no le provoque efectos secundarios.