Los trastornos sexuales en enfermos cardiacos no son un problema exclusivo del género masculino. La mujer también tiene que enfrentarse a determinados contratiempos que afectan a su vida sexual.
Los trastornos sexuales en enfermos cardiacos no son un problema exclusivo del género masculino. La mujer también tiene que enfrentarse a determinados contratiempos que afectan a su vida sexual.
- Precaución con algunos medicamentos. Determinados medicamentos usuales en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares pueden ocasionar trastornos específicos en la mujer y pérdida de deseo sexual. En este sentido, los diuréticos causan menor lubricación vaginal, la espironolactona puede hacer que la glándula mamaria pierda sensibilidad, y los antidepresivos y ansiolíticos provocan problemas en el orgasmo.
- La impotencia no preocupa sólo al hombre. El papel de la mujer respecto a la disfunción eréctil que padece su pareja es fundamental, ya que su posición es única para alentarlo a buscar un tratamiento definitivo. Trate con su pareja cómo el trastorno le está afectando a él, a su intimidad y a su relación. Aunque la enfermedad la padezca uno, el problema afecta a los dos.