Los anticoagulantes orales se utilizan para evitar la formación de coágulos en la sangre que alteren el flujo sanguíneo. Entre los distintos tipos de anticoagulantes, los antagonistas de la vitamina K (o antivitamina K) como el sintrom o la Warfarina interaccionan con nuestra dieta.
Para evitar alteraciones de la actuación del anticoagulante, es importante tener en cuenta aquellos alimentos ricos en vitamina K como:
- Verduras de hoja verde
- Coles como brócoli, repollo, coliflor y coles de Bruselas.
- Productos vegetales fermentados como chucrut o kimchi.
- Vísceras como el hígado.