El próximo lunes 14 de marzo se celebra el Día Europeo de Prevención del Riesgo Cardiovascular. Por ello, la Fundación Española del Corazón (FEC) quiere recordar que el 80% de las enfermedades cardiovasculares podrían prevenirse con unos hábitos de vida saludables.
Aun así, un estudio publicado en el mes de febrero en el prestigioso British Medical Journal, ha puesto de manifiesto un nuevo factor de riesgo a tener en cuenta para el desarrollo de la enfermedad coronaria: las inequidades sociales, ya que tal y como recuerdan los autores del estudio y según una investigación elaborada por la Universidad de Rotterdam, las inequidades en Europa suponen 700.000 muertes al año y el 20% del gasto sanitario.
Más concretamente los autores de este trabajo han realizado un seguimiento de once años y medio a 110.928 personas de 49 cohortes de población pertenecientes a diez países europeos (Suecia, Finlandia, Dinamarca, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Lituania, Polonia y Rusia). Así, tras clasificarlas según su nivel educativo (años de estudios realizados) como clases sociales baja, media o alta, se realizó un seguimiento de los eventos coronarios padecidos, las muertes provocadas por una enfermedad cardiaca y la evolución a 28 días tras el evento cardiaco.
“Tras aislar el resto de factores de riesgo, los autores pudieron señalar las inequidades sociales como principal causa de los 343 eventos coronarios sucedidos entre los hombres y los 170 entre las mujeres, que representan a su vez el 48% y el 71% del total de eventos respectivamente”, explica el Dr. Carlos Macaya, presidente de la FEC.
“Tanto este como otros estudios han mostrado que la clase social a la que uno pertenece afecta más a la salud cardiovascular de los países del norte de Europa que a los del sur. Además, es importante destacar que no significa que las personas más pobres tengan más riesgo cardiovascular, sino que aquellas personas que viven en una sociedad con una gran diferencia entre clases sociales tienen más peligro de sufrir algún evento coronario en algún momento de su vida”, aclara el Dr. Macaya.
El trabajo también muestra cuáles son los principales factores de riesgo asociados a las clases sociales más desfavorecidas. Estos son: el tabaco, en el caso de los hombres, y el colesterol elevado en el de las mujeres.
¿Por qué deberíamos considerar las inequidades sociales como un factor de riesgo cardiovascular? El Dr. Macaya lo tiene claro, “aunque realizamos campañas de prevención, estas no solo no son suficientes (recordemos que únicamente el 3% del gasto sanitario europeo va dirigido a estas campañas frente al 97% que va destinado a tratamientos), sino que no llega de igual forma a las personas más desfavorecidas. Además, las medidas que ayudan a mantener una salud cardiovascular como la práctica de ejercicio físico de manera regular o la ingesta de alimentos saludables, no se encuentran a disposición de todos. De hecho, un reciente estudio que ha dado a conocer la American Heart Association ha revelado que reducir en un 10% el precio de frutas y verduras y aumentar en la misma proporción el de alimentos azucarados podría prevenir hasta medio millón de defunciones en Estados Unidos los próximos 20 años”.
“Es fundamental que entre todos demos más visibilidad a las campañas de prevención de las enfermedades crónicas, pero además que desde las instituciones se facilite el acceso a zonas deportivas y se promueva la comercialización de unos productos alimentarios más saludables (bajos en grasa y en azúcares añadidos)”, concluye el Dr. Macaya.
La Fundación Española del Corazón, en su página web, pone a disposición de todos los ciudadanos una calculadora del riesgo cardiovascular, en la que se analiza, según nuestros hábitos de vida y algunos parámetros médicos, si podemos ser propensos a padecer una enfermedad del corazón.