El colesterol elevado es una de las principales causas del 60% de las enfermedades cardiovasculares, según datos del estudio Euroheart II. Además, en el actual contexto de pandemia, los pacientes con enfermedades cardiovasculares tienen peor pronóstico en caso de contagiarse de la COVID-19.
El consumo excesivo de comidas grasas y el incremento de la ingesta de alcohol, especialmente en estas fiestas navideñas, pueden traer consigo un aumento de los niveles de colesterol. Un estudio publicado en la revista Atherosclerosis indica que puede subir hasta un 15% en aquellas personas que han cometido excesos en estas fechas. El dato es preocupante, teniendo en cuenta que el 50,5% de la población adulta española tiene hipercolesterolemia, es decir, niveles de colesterol por encima de 200 mg/dl. Son datos del estudio ENRICA, el cual también apunta que el 46,4% de los que tienen colesterol elevado lo desconocen. De hecho, una encuesta de la FEC durante su campaña “Protege tu corazón: no descuides tu colesterol” (2021) detectó que 7 de cada 10 encuestados no se habían realizado ninguna revisión del colesterol durante la pandemia por miedo al contagio o por falta de disponibilidad médica.
El Dr. Leopoldo Pérez de Isla, portavoz de la FEC, asegura que “después de una época del año dónde hemos relajado el cuidado del colesterol alto, hay que volver a la realidad y tener en cuenta nuestra salud cardiovascular, es una prioridad mantener bajo control este importante factor de riesgo. Nuestra primera recomendación es detectar la enfermedad para poder mejorar el manejo de la hipercolesterolemia".
Buenos hábitos y dieta cardiosaludable
Unos buenos hábitos y un estilo de vida saludable son fundamentales para combatir el colesterol elevado donde una adecuada elección de los alimentos es clave.
Elisabet Prieto, dietista-nutricionista recomienda que “todos los pacientes deberían recibir consejos sobre cómo modificar el estilo de vida para aprovechar los beneficios que la dieta mediterránea y la práctica regular de actividad aportan a nuestra salud cardiovascular”.
Tomando como base el patrón de dieta mediterránea, se recomienda:
- Incluir al menos cinco raciones a diario de verduras, hortalizas y frutas
- Tres raciones semanales de legumbres
- Elegir cereales integrales y granos enteros
- Apostar por el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos, ricos en grasas saludables.
- Incorporar lácteos con esteroles vegetales que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol alto. “Los esteroles vegetales son un compuesto que se encuentra de forma natural en algunos alimentos. Estos actúan reduciendo la absorción de colesterol en el intestino, y consiguiendo aumentar un 25% la excreción del mismo, ayudando así a reducir el colesterol “malo” (LDL). Es importante entender que, para conseguir este efecto sobre el colesterol es necesario ingerir al menos 1,5 g de esteroles al día, y las cantidades presentes en nuestra dieta son bajas. Por ello, es una buena idea considerar alimentos que estén enriquecidos con esteroles vegetales como refuerzo a las pautas de alimentación cardiosaludable”, apunta la experta.
- Incrementar el consumo de pescado, especialmente el azul (atún, bonito, boquerón, caballa, jurel, palometa, salmón, sardina, etc.) porque contiene un tipo de grasa cardiosaludable, los ácidos grasos omega 3 que ayuda a controlar los niveles de colesterol
- Priorizar las carnes magras y las aves de corral, frente a las rojas
- Además de las recomendaciones dietéticas, es importante practicar actividad física de forma regular y moderada. “Por ejemplo, caminar entre 45 a 60 minutos al día de tres a cinco días por semana. También mantener buenos hábitos de descanso y una hidratación adecuada”, concluye Prieto.