Más del 50% de la población europea utiliza Internet para buscar información sobre salud, una cifra que en España ronda el 40%. ¿Pero tienes claro lo que debes pedirle a una web de salud para que sea fiable? ¿Sabes cómo utilizar sus contenidos de forma práctica? La respuesta, a un solo golpe de clic.
Gracias a Internet, millones de personas de todo el mundo tienen acceso a abundante información sobre salud. El problema se produce cuando este medio, que debería ser únicamente de consulta o para despejar pequeñas dudas, es entendido y utilizado por los internautas de manera incorrecta. "Internet ha alterado de forma irreversible la relación médico-paciente, al ofrecer a los enfermos y a la población general un acceso ilimitado a la información sanitaria, una situación impensable hace tan solo unos años. No obstante, tampoco hay que olvidar que una web de salud nunca ha de ser un fin en sí mismo, sino un medio o instrumento al alcance de todos, que siempre debe estar dirigido a mejorar y potenciar esta relación, nunca a sustituirla", aclara el doctor Ramón Bover, responsable del Comité Científico Web & Multimedia de la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón.
Por ello, por obvio que parezca, siempre hay que tener presente que las consultas a la red jamás pueden reemplazar la pertinente visita al médico. Que un especialista observe y escuche a su paciente es indispensable para saber qué le puede estar sucediendo, así como para considerar la necesidad o no de realizar pruebas diagnósticas o indicar el tratamiento más adecuado. Este papel imprescindible no lo puede suplir Internet, ya que los datos que ofrecen los portales de salud siempre son de carácter general y pueden no ser adaptables a todos los públicos.
Webs de salud: no es oro todo lo que reluce
Para decantarnos por un portal que contenga auténtica información de rigor debemos ser muy críticos y exigentes con sus contenidos, manteniendo una actitud escéptica ante lo que vemos en la pantalla de nuestro ordenador. Una web fiable debe:
- Ofrecer información avalada por expertos en la materia
- Ponerle cara a las personas que están detrás de sus contenidos
- Ser responsable y no responder a intereses económicos
- Actualizar su información continuamente
MedlinePlus, servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE UU, ha elaborado una guía para una búsqueda saludable en Internet que ofrece interesantes pautas a tener en cuenta a la hora de navegar en la red en busca de información de calidad en materia de salud.
La era de la salud 2.0
Por otro lado, las herramientas 2.0 también brindan otras posibilidades muy valiosas que cada vez son más solicitadas por los usuarios. Según el doctor Bover, Internet también permite ahora "interactuar con otros enfermos en tu misma situación mediante blogs, vídeos o foros donde compartir tus experiencias, conocimientos y medidas de autocuidado. Esto influye indefectiblemente en los sistemas sanitarios y su evolución hacia modelos más centrados en el paciente, donde éste ejerce una mayor responsabilidad sobre su salud, especialmente en lo referente a sus estilos de vida y la autonomía en la toma de decisiones, un concepto que en inglés se conoce como patient empowerment".
Conclusion: si de salud hablamos, Internet sí, por supuesto, pero haciendo siempre un uso responsable de lo que encontramos, desarrollando un sentido crítico con lo que leemos, y sobre todo, teniendo en cuenta que ninguna web puede sustituir en modo alguno el indispensable papel del especialista médico o sanitario.
Y tú, ¿acudes a Internet para realizar consultas de salud antes o después de ir al médico? ¿Qué valor le das a lo encuentras en la red? ¿Lo pones siempre en práctica? Participa en el debate.