La polución es un problema en aumento en la mayoría de los países. Ya sabíamos que esta contaminación del aire ocasiona nacimientos prematuros, enfermedades respiratorias y cáncer, pero ahora hemos descubierto que también afecta negativamente a nuestro corazón.
La contaminación ambiental está presente en las grandes ciudades, auque es más evidente en aquellas áreas donde se concentra mayor tráfico automovilístico, así como las zonas agrícolas e industriales. Su presencia es cada vez más molesta, pero sobre todo peligrosa para nuestro organismo. "La polución es altamente nociva para nuestra salud y en particular para nuestras arterias, considerándose ya como un nuevo factor de riesgo cardiovascular para el que no hay otra solución más que intentar evitarla", asegura el Dr. José A. Barrabés, presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
De los pulmones a nuestras arterias
Los altos niveles de partículas suspendidas (PM), que se originan fundamentalmente por la combustión de los carburantes de los vehículos de motor, sobre todo diésel, pueden pasar desde los pulmones directamente al torrente sanguíneo y causar daño en la pared de las arterias. Un problema que se traduce en:
- Reducción de la capacidad vasodilatadora de las arterias. Si la exposición a la contaminación es continua puede ocasionar a largo plazo el engrosamiento y acumulación de grasas en las arterias y desembocar en una arterosclerosis.
- Favorecimiento de la coagulabilidad de la sangre, aumentando el riesgo de padecer accidentes trombóticos agudos como el infarto de miocardio.
Un estudio del Instituto de Salud Carlos III publicado en Science of the Total Environment demuestra que se producen más muertes por infartos, cardiopatías isquémicas e ictus cuando la contaminación es más alta. Según la SEC, si una ciudad de las dimensiones de Madrid o Barcelona reduce el nivel de contaminación a los índices recomendados por las instituciones internacionales de defensa del medio ambiente, el número anual de ingresos hospitalarios por enfermedad cardiovascular y respiratoria disminuiría en 1.800. El descenso de muertes descendería nada menos que en 3.500.
Cómo evitar sus efectos
Los ancianos, las personas que padecen enfermedades respiratorias y las que presentan otros factores de riesgo cardiovascular (colesterol alto, mala alimentación, estrés) o problemas cardiacos (como angina de pecho) son las que tienen más riesgo de verse afectadas por la contaminación ambiental. Por ello, es importante que eviten las siguientes situaciones:
- La exposición a las vías de tráfico intenso con niveles de contaminación superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud, es decir, entre 25 y 30 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico.
- La práctica de ejercicio físico intenso al aire libre, pues se aspiran muchas más partículas nocivas.
Si estás dentro de la población de riesgo, sigue las recomendaciones de los expertos para evitar que la contaminación afecte a tu salud cardiovascular. Comparte esta información y haz que más gente adquiera conciencia de la importancia de los daños que ocasionan los altos niveles de de polución y contribuyan a disminuirlos.